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Entre Ríos - 07-02-2016 / 13:02
LA PRÓXIMA INTERNA ABRE NUEVAS POSIBILIDADES

Jorge Busti no descarta volver al PJ si participa en la pelea José Manuel De la Sota

Jorge Busti no descarta volver al PJ si participa en la pelea José Manuel De la Sota
Jorge Busti no descarta volver al PJ si participa en la pelea José Manuel De la Sota. Foto: Blas García para La Opinión Popular

La alternativa, impensada unos meses atrás, se vuelve posible en el río revuelto de un peronismo que habilita su discusión interna cada vez que una derrota electoral lo lleva a la oposición.
 
Durante la semana en la que por primera vez en muchos años el kirchnerismo se permitió una disidencia, con la fractura del bloque de diputados nacionales, y la conducción del partido llamó a internas para mayo, todo parece posible.
 
Pero Busti insiste: "Creo que al peronismo no lo expresa una casa, un edificio, un nombre como el de Partido Justicialista, sino la memoria de sus fundadores, Perón y Evita, un pensamiento, una historia y que eso se expresa en un sentimiento. La herramienta electoral es algo secundario", asegura, quien en 2011 fundó un partido propio, el Frente Entrerriano Federal (FEF), con el que se presentó a elecciones, por primera vez en su extensa trayectoria política, por afuera del PJ.
 
"Me han llamado muchos dirigentes, compañeros que creen legítimamente que el PJ es la herramienta", cuenta Busti. Y aclara:"Yo los respeto profundamente, pero la verdad que no tengo ánimo como para ir al PJ a competir contra aparatos. No tengo voluntad ni ánimo y además me siento muy cómodo en el Frente Renovador". 
 
Los que en el PJ, hasta ayer "daban la vida" por Cristina (como hasta antes de ayer ya la habían dado por Menem y luego por Duhalde) comenzaron a romper el cascarón del nuevo ciclo incubado durante doce años de dominación K en el peronismo.
 
El quiebre del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria (FpV) fue la cristalización de lo que en soledad fueron expresando inicialmente los hermanos Rodríguez Saá, pero también el cordobés De la Sota quienes nunca agacharon la cabeza ante el cristinismo.
 
Pero mucho más cerca en el tiempo, lo que terminó intentando capitalizar la candidatura de Sergio Massa, y lo que un gran sector del PJ (y también de la sociedad) le pedía -en vano- a Daniel Scioli.
 
¿Qué le pedía? Una mirada introspectiva, sincera, despojada de la férrea obediencia que les permitiera ver errores, corregir rumbos, rectificarse. Nada de eso es posible en el sórdido entramado K cuya Meca es El Calafate.
 
Esa propensión al rigor que el propio Massa supo definir como "de látigo y billetera" y cuyo papel le cabía de maravillas a Cristina Fernández sólo podía prolongar su existencia con un triunfo de Scioli. Pero eso no ocurrió.
 
Este desmoronamiento, no sólo de algunos símbolos del cristinismo, sino también de algunas de sus figuras como Milagro Sala, es el derrumbe de un ciclo político efectivo. Hoy por hoy, el cristinismo -al menos en su versión netamente justicialista- es un enfermo terminal.
 
La Opinión Popular

 
"Nuestro humilde partido provincial (el FEF) se ha adherido al Frente Renovador", insiste y recuerda que su esposa, la diputada nacional Cristina Cremer participa en el interbloque con el Frente Renovador en el Congreso y en la provincia los diputados de su sector, Gustavo Zavallo y Daniel Koch, también mantienen una bancada con el mismo nombre. "Me siento cómodo con lo que están haciendo, y yo no estoy haciendo públicamente nada", asegura Busti.
 
 
TIEMPO
 
Busti se siente cómodo en el Frente Renovador, centralmente, porque comulga con el perfil moderado y constructivo que le ha impreso Massa a su rol opositor. "Está muy bien que apoye a un gobierno que no tiene dos meses y evite darle con todo a (Mauricio) Macri como se hace desde La Cámpora o desde la estructura del PJ a nivel nacional. Me parece que no tiene sentido en un marco democrático. Más allá de las medidas con las que uno está en desacuerdo, me parece que hay que darle tiempo, al menos seis meses", opina.
 
"Lo que está haciendo Massa es lo correcto, se lo dije cuando el viaje a Davos, que cuando se sale de la Argentina hay que apoyar al país y creo que fue correcto que haya ido como dirigente opositor, sin arriar ninguna de las banderas que sostuvimos en la campaña electoral, como el 82% móvil para los jubilados, la eliminación del impuesto a las ganancias para las remuneraciones de los trabajadores", enumera.
 
Busti pone especial acento en afirmar que "discrepar en estas cosas no significa ser un enemigo y me parece que el kirchnerismo en su expresión más genuina ha copado todas estas reuniones que se ven a nivel nacional y eso también ha provocado el primer desgajamiento del bloque de diputados".
 
"Pasa que hay gente que tiene que volver a sus pueblos, a su provincia y tratar de que sus intendentes, sus gobernadores mantengan una buena relación con el gobierno nacional para poder gobernar. Yo no apuesto a que cuando peor mejor. Yo voy a seguir viviendo en Entre Ríos los años que me quedan, me voy a morir en Entre Ríos, mis hijos y mis nietos viven acá y por lo tanto yo aspiro a que al gobernador Gustavo Bordet le vaya bien", asegura.
 
Señala que ese fue el mensaje que transmitió al mandatario en la reunión que mantuvieron el 21 de diciembre en Casa de Gobierno. "Le llevé mis humildes ideas cuando él me convocó, basadas todas en lograr el equilibrio fiscal perdido en estos últimos años", cuenta, pero evita avanzar sobre sus diferencias con el exgobernador Sergio Urribarri, el dirigente que había elegido en 2007 para que lo suceda y con quien mantuvo a partir de 2008 un duro enfrentamiento que lo llevaría a dejar el PJ.
 
 
RELACIONES
 
"No estoy haciendo absolutamente nada en este momento. Por supuesto que soy un portador de cara y de apellido y, cuando salgo, la gente me plantea interrogantes sobre qué hacer en este momento del peronismo", cuenta Busti.
 
-¿Y si se pone a jugar De la Sota?
-Lo único que me entusiasmaría es si mañana hubiera una interna nacional realmente con absolutas garantías para que se presenten todos y una lista la integrara (José Manuel) De la Sota. Bueno, ahí sí. Pero "el Gallego" no ha expresado una voluntad clara de hacerlo aún. Ahí también tendría que hablar con cientos de compañeros que le dieron el apoyo a Massa en Entre Ríos y que se mantuvieron y mantienen en el desierto, la mayoría de ellos, y han sido todos muy maltratados durante todos estos años.
 
Si no es así, volver por volver no me interesa. Voy a seguir siendo peronista. Pero tampoco soy enemigo del gobierno nacional y a pesar de tener mis diferencias con el gobierno provincial no me voy a poner a enfrentarlo.
 
-Se comenta que mantiene un diálogo frecuente con el ministro del Interior Rogelio Frigerio.
 
-No es tan así. Yo hablé al principio, tuve dos charlas que quise que fueran públicas, en la confitería del Mayorazgo, porque no quería que se pensara que hubiera algo oscuro. Ahí le dije mi pensamiento y que no tenía absolutamente ninguna aspiración personal
 
-¿Hubo ofrecimientos?
 
-No, hablamos en general y de entrada le dije cuál era mi decisión. Yo creo que Rogelio Frigerio es el hombre indicado para estar en el lugar justo. Yo tengo por él un respeto político y personal. No puedo decir lo mismo de todo el resto del gabinete de Macri. Creo que fue un grave error el decreto que hicieron para aumentar la coparticipación a Capital Federal.
 
El gobierno nacional primero va a cumplir con las sentencias de la Corte, aquella que yo planteé con el amicus curiae en la demanda de Santa Fe y se me rieron y me dijeron que no entendía cómo era el federalismo de este siglo. Pero ellos estaban con el planteo judicial correcto y ahora tienen sentencia a su favor. Creo que esto se va a ir normalizando de a poco, pero creo también que el gobierno nacional se encontró con una herencia muy pesada. Acá es una cuestión de equilibrio, todos tienen que poner un poco de esfuerzo para mejorar las cosas.
 
 
Perfil
 
Hasta que, entre 2010 y 2011, su discípulo Sergio Urribarri termina corriéndolo del centro de la escena provincial, Jorge Pedro Busti había sido el político con más poder que había dado el peronismo provincial desde la reapertura democrática de 1983.
 
Nacido 18 de octubre de 1947, Busti gobernó Entre Ríos en tres períodos: 1987-1991, 1995-1999 y 2003-2007 y dos veces la ciudad de Concordia: 1983-1987 y 1991-1995. Además fue senador y diputado nacional y presidió la Convención Constituyente que reformó la Constitución provincial en 2008.
 
Las diferencias con Urribarri, a quien Busti había elegido como su sucesor, empezaron ya en la transición de 2007 y se profundizaron durante el conflicto con las entidades del campo por la aplicación de la resolución 125, en 2008. Ese año Urribarri se abraza al kirchnerismo y Busti comienza a militar en el peronismo opositor.
 
Aunque para las legislativas de 2009 se abrió un paréntesis (la esposa de Busti fue de candidata en una lista común), tras el revés electoral el distanciamiento se profundizó y llegó en 2011 a la salida de Busti del PJ, cuando se presentó a elecciones por afuera del partido que lo había nominado por tantos años como su "líder indiscutido".
 
De ahí en más el poder de Busti fue en declive. Rápidamente, intendentes y legisladores que habían resultado electos por su fuerza volvieron al PJ que Urribarri controlaba. En 2012 el bustismo parecía haber ingresado en un inexorable camino de extinción. Sin embargo, en las legislativas de 2013, Busti recuperó posiciones al aliarse al candidato de PRO, Alfredo de Ángeli, que terminó desplazando a la UCR de su lugar de segunda fuerza electoral en la provincia.
 
En 2015, el canal que encontró el bustismo para seguir disputando el voto peronista fue la candidatura de Sergio Massa. Tras las elecciones, un ala del massismo, la que integró el excandidato a gobernador Adrián Fuertes, volvió al PJ. Pero el bustismo se mantuvo en el Frente Renovador.
 
Fuente: EL DIARIO
 

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