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“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores… y hacer que nuestros simpatizantes lo repitan en todo momento”. De Joseph Goebbels a Javier Milei
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Nacionales - 01-09-2015 / 09:09

Debatir o no debatir: el gran dilema de un Scioli necesitado de captar la simpatía del votante de clase media

Debatir o no debatir: el gran dilema de un Scioli necesitado de captar la simpatía del votante de clase media
En el ambiente político flota la sensación de que el sciolismo está lejos del "compromiso asumido" con el que presionan los medios y sus rivales políticos, que ya confirmaron asistencia. ¿Cuáles son los pro y los contra de exponerse cara a cara con Macri y Massa frente a las cámaras de TV?
 Debatir o no debatir. Esa es la cuestión sobre la que reflexionan los asesores de Daniel Scioli, a pocos días de que se produzca el "hecho histórico" promocionado por TN, el canal de noticias de Clarín. La sensación que flota en el ambiente político es que, lejos del "compromiso asumido" con el que presionan los medios, para los sciolistas el tema está lejos de ser resuelto.
 
Nadie lo expresó tan claro como Karina Rabolini, la más autorizada de las voceras del candidato quien, ante la consulta periodística, dejó en claro la situación real: "No sé si Daniel va a debatir". Es que la planificación de la campaña de Scioli se vio truncada por una serie de infortunios. El primero fue la denuncia contra Aníbal Fernández por supuestos vínculos con la mafia de la efedrina, una situación que podría ahuyentar a votantes de la clase media, preocupada por la inseguridad.
 
Luego vino la muerte del militante radical Ariel Velázquez, en Jujuy, un episodio que salpicó a Milagro Sala, quien acompaña como candidata al Parlasur en la boleta de Scioli. Pero el peor traspié de campaña fue el de las inundaciones en la Provincia, que dejaron un saldo de diez mil evacuados y cinco personas fallecidas.
 
Aquí el costo político fue doble. Primero, por la inundación propiamente dicha, que puso en evidencia los graves problemas de infraestructura tras ocho años de gestión sciolista. Es decir, una verdadera pesadilla para un candidato que viene utilizando la muletilla de la inversión en obras públicas como uno de los pilares de su discurso.
 
Pero además estuvo el hecho del viaje "fuera de timing" a Italia, justo en el peor momento de la catástrofe. El ruido político alcanzó tal nivel que la presidenta Cristina se vio obligada, ante los militantes de La Cámpora, a pedir que perdonaran la "equivocación" del candidato.
 
Frente a tantos embates, Scioli necesitaba recuperar la sonrisa para la foto de campaña y la proximidad de los comicios tucumanos parecía ser una buena ocasión para volver a mostrarse victorioso. Pero el triunfo electoral quedó opacado por los incidentes, las acusaciones de fraude y la represión policial a las protestas.
 
Lo cierto es que, en el contexto de una campaña llena de disgustos y mucho más sobresaltada de lo que se esperaba, el único "debate" que está dando Scioli es interno, con su equipo de campaña, y que consiste en considerar los pro y los contra de enfrentarse, cara a cara ante las cámaras de TV con Mauricio Macri y Sergio Massa.
 
Por lo pronto, el sólo hecho de que se esté considerando la participación revela una debilidad: en la Argentina es una ley no escrita que el que lidera las encuestas no concurre. No lo hizo Carlos Menem en 1989, ni Fernando de la Rúa en 1999, ni Cristina en sus dos campañas. Según los parámetros de la cultura local, esa confrontación de ideas que en el resto de los países es una práctica corriente -y en algunos casos hasta obligatoria- aquí resulta casi imposible: sólo favorece a los que van detrás del líder.
 
No por casualidad, Macri y Massa, rápidos de reflejos, confirmaron su asistencia y ejercen presión para que Scioli no falte a la cita del próximo 4 de octubre. Ergo, no hay asesor de campaña que pueda recomendar el debate. A no ser, claro, que se dé una situación -hasta ahora inédita- de un resultado incierto. Esto es, posiblemente, lo que están pensando en los comités de campaña: el 39% que obtuvo Scioli en las PASO no es suficiente para triunfar en primera vuelta.

 
Mala racha
 
Si la propuesta hubiese sido hecha hace algunos meses, es probable que en el sciolismo la respuesta fuese negativa: había demasiado optimismo como para arriesgarse a exponer al candidato a una confrontación. Los números de las encuestas para las PASO eran favorables y, luego de los comicios, sería tiempo de ajustar algunos detalles en la estrategia de campaña.
 
Sin embargo, la planificación se vio truncada por una serie de infortunios. El primero fue la denuncia contra Aníbal Fernández por supuestos vínculos con la mafia de la efedrina, una situación que podría ahuyentar a votantes de la clase media, preocupada por la inseguridad.
 
Luego vino la muerte del militante radical Ariel Velázquez, en Jujuy, un episodio que salpicó a  Milagro Sala, quien acompaña como candidata al Parlasur en la boleta del gobernador bonaerense. Pero el peor traspié de campaña fue el de las inundaciones en la Provincia, que dejaron un saldo de diez mil evacuados y cinco personas fallecidas.
 
Aquí el costo político fue doble. Primero, por la inundación propiamente dicha, que puso en evidencia los graves problemas de infraestructura tras ocho años de gestión sciolista. Es decir, una verdadera pesadilla para un candidato que viene utilizando la muletilla de la inversión en obras públicas como uno de los pilares de su discurso.
 
Pero además, claro, estuvo el hecho del viaje "fuera de timing" a Italia, justo en el peor momento de la catástrofe. El ruido político alcanzó tal nivel que la presidenta Cristina Kirchner se vio obligada, ante los militantes de La Cámpora, a pedir que perdonaran la "equivocación" del candidato.
 
Frente a tantos embates, Scioli necesitaba recuperar la sonrisa para la foto de campaña y la proximidad de los comicios tucumanos parecía ser una buena ocasión para volver a mostrarse victorioso. Pero el triunfo electoral quedó opacado por los incidentes, las acusaciones de fraude y la represión policial a las protestas.
 
El candidato del Frente para la Victoria intentó despegarse con poco éxito. Hasta el CELS que dirige el influyente Horacio Verbitsky afirmó que el responsable directo del accionar de las fuerzas policiales es el gobierno peronista de Tucumán. Y, por si algo faltaba, desde el propio kirchnerismo surgieron críticas y calificativos discriminatorios hacia un ídolo popular como Carlos Tevez, porque en una entrevista hizo alusión a la pobreza.
 
Como si no alcanzara con todo esto, el dólar volvió a escaparse en el mercado paralelo.
 
 
A la caza de la clase media
 
¿Qué se hace tras semejante seguidilla de infortunios? He ahí la cuestión.
 
Para algunos, más que nunca se aplica el argumento de que no hay que prestarse al debate. Y razones no les faltan: no es fácil exponerse a que los candidatos rivales le recuerden ante las cámaras todas las evidencias de problemas no resueltos.
 
Pero también hay quienes creen que en esa debilidad existe un beneficio: a fin de cuentas, quienes miran este tipo de programas son las personas de nivel socio-cultural medio y alto que es, justamente, el sector donde Scioli aspira a ganar los votos que le faltan.
 
El primer tema a resolver es si un "faltazo" al debate le haría pagar algún costo político. Los antecedentes históricos llevan a pensar que el riesgo es bajo.
 
En 1989, Carlos Menem no fue al debate en el programa Bernardo Neustadt y su rival, Eduardo Angeloz, intentó estigmatizarlo poniendo una silla vacía en el estudio de TV. La movida "marketinera" no le sirvió de mucho. El riojano lo venció en las urnas y con mucha holgura.
 
"Por lo general, quien va primero lo elude. Esto pasa en los países en que ello no tiene costo político, como ha ocurrido en Argentina hasta ahora", explica el politólogo Rosendo Fraga.
 
Hay analistas que creen que, fuera del "microclima" de la gente muy politizada, el debate presidencial no despertaría gran expectativa en la población. Como el influyente Jorge Asís, quien considera "innecesario" y "poco interesante" el eventual encuentro. "No resulta clarificador porque la ciudadanía ya conoce demasiado a los candidatos", sostiene.
 
Sin embargo, hay quienes creen que esta vez la cosa puede ser diferente y, tal vez, sí haya un costo político. "A diferencia de lo que ha pasado en otras campañas presidenciales, hay un nivel de conciencia y de demanda cada vez mayor por parte de la ciudadanía acerca de los debates. De manera tal que no concurrir podría abrir un frente que puede funcionar negativamente en el sector de la clase media independiente que Scioli va a necesitar", argumenta Graciela Roemmer, experta en opinión pública.
 
Pero también advierte el riesgo al que se expone: "Un punto o dos puntos que pueda perder en el electorado independiente por supuesto que es importante. Tal vez no lo fuera para Menem en el año 89 pero sí lo es en este contexto", explica.
 
 
¿Una oportunidad para resurgir?
 
En caso de que la decisión sea que Scioli participe, la gran pregunta será si tiene más posibilidades de perder que de ganar votos. "Si yo fuera su asesor, le diría que no debata", asegura Diego Dillenberger, experto en comunicación política.
 
Sustenta su postura bajo el argumento de que "él sabe que lo que obtuvo en las primarias es su techo y no lo va a perder". De todas formas, admite que lo acontecido en las últimas semanas podría generar la duda en su equipo. "Si  ven que los traspiés de campaña erosionan la probabilidad de, como mínimo, repetir los números que tuvo en las PASO es posible que, 'perdido por perdido', decidan participar", agrega.
 
Rosendo Fraga está entre quienes creen que el candidato del FPV finalmente declinará: "Hay una coyuntura política difícil de explicar en un debate". Y agrega que tal vez lo que le resulte más difícil no sea responder por las inundaciones o por Tucumán, sino por la agenda económica. "Hay una temática complicada de explicar sin entrar en conflictos con el kirchnerismo", afirma Fraga.
 
Un repaso a las noticias de los últimos días parecen darle la razón: en sus visitas al interior, Scioli ha reconocido la pérdida de competitividad de las economías regionales y ha sugerido la conveniencia de eliminar las retenciones a las exportaciones.
 
Por otra parte, sus asesores económicos del gobernador se han quejado del bajo nivel de las reservas del Banco Central y han dado a entender que tienen disposición a dialogar con los "fondos buitre". Es decir, un discurso contradictorio con la línea Cristina-Kicillof que, en medio de un debate, le resultaría fácilmente aprovechable a un rival con cierta habilidad retórica.
 
Sin embargo, aunque parezca contradictorio, ahí mismo reside el argumento a favor de que Scioli concurra. A fin de cuentas, sus peores resultados en las PASO los tuvo en el interior rural de la provincia de Buenos Aires y en grandes centros urbanos del interior, como Córdoba, Rosario y Mendoza.
 
De esa manera, un discurso que implicara un "guiño" en el sentido de corregir los aspectos más criticados de la política económica kirchnerista le podría servir para sumar adhesiones. El riesgo es irritar al "ala izquierda" del kirchnerismo, aunque parece improbable que, a esta altura, pudieran fugarse hacia otro candidato.
 
Y algunos perciben otros beneficios en el hecho de debatir, tales como contribuir a la división del voto opositor. "Un debate en el que participe junto con Massa y Macri le ofrece al candidato oficialista la ventaja de instalar una elección entre tres y consolidar la división de la oposición", asegura Fraga.
 
También Dillenberger especula que si Massa adoptara una estrategia de no solo confrontar con Scioli, sino también con Macri, "eso puede contribuir a minimizar la polarización".
 
De manera que no está dicho que todo sea negativo para Scioli en un debate. Hasta hay quienes creen que, aunque el gobernador bonaerense nunca se ha destacado por su habilidad retórica, puede contar con armas para salir bien parado.
 
Según Roemmer, "es posible que presente algunas fortalezas en relación a los otros dos candidatos que tienen una característica discursiva más acotada, más directa. Pero Scioli tiene un componente de emocionalidad que empatiza muy bien con la gente".
 
Por Marilina Grandinetti
 
Fuente: iprofesional.com
 

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18-04-2024 / 12:04
Internaron a la diputada nacional Marcela Pagano, que entró en crisis después de llamados libertarios amenazantes para que renuncie a la Comisión de Juicio Político. La diputada, luego de la pelea con Karina "el Jefe" Milei y Martín Menem, colapsó con vómitos y tiene una úlcera sangrante. Su familia le pide que directamente abandone La Libertad Avanza y sus práctica antidemocráticas y patoteras.
 
Allegados a la diputada libertaria confirmaron que luego del llamado comenzó con un episodio de vómitos que obligó a internarla. Según estas fuentes los médicos le diagnosticaron "ulcera sangrante" y luego de sedarla ordenaron sacarle el celular para tratar de bajarle los niveles de estrés. Pobrecita, se pensaba que era un juego esto de la ultra derecha, y no sabía donde se metía.
 
En una conversación Pagano le ofreció a su interlocutor, que habría sido Martín Menem, renunciar a todas las comisiones que integra, incluida la de Juicio Político, pero pidió a cambio "una salida digna" y advirtió su preocupación por no hacer algo ilegal, ya que su nombramiento fue votado por todos los diputados de la comisión.
 
Debe ser escalofriante que te amenace un Menem. El problema de Pagano es que los Menem y Karina Milei pretenden que desconozca el acta de su designación y la periodista no está dispuesta a dar ese paso y ofrece la renuncia, solución que hasta esta crisis no le aceptaba.
 
La desesperación de Menem para que Pagano desconozca su designación se debe a que el PRO le había avisado que este jueves no iban a acompañar el intento de desplazar a la periodista de la presidencia de la comisión de Juicio Político.
 
Como se adelantó, ni siquiera el PRO iba a acompañar al riojano en su embestida contra la periodista, dejándolo sin el quórum necesario para abrir la reunión paralela. El creciente malhumor del bloque macrista con el gobierno de Melei quedó en evidencia este martes cuando no acompañaron a los libertarios en el dictamen que pretendían imponer sobre la nueva fórmula jubilatoria. En ese contexto, los diputados de la "Armada Brancaleone" que respaldaron a Menem en su pelea contra Oscar Zago culparon a Pagano por el fracaso político de su propia jugada.
 
Sin el apoyo del macrismo, el radicalismo, el pichettismo y el peronismo, los libertarios se arriesgaban a presentarse a la reunión convocada por el presidente de la Cámara Baja sin alcanzar el número suficiente para sesionar. "A lo sumo juntan seis", un diputado macrista. Asimismo, otra de las maniobras que evaluaba Menem en medio de la desesperación, era forzar una reunión de la comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert, para tratar el paquete fiscal, cuyo expediente protocolizado ingresó en las últimas horas.
 
"Busca tapar el vacío que le hizo el PRO y la derrota que eso implica convocando a una comisión que concentra la atención", analizó un diputado peronista. Los libertarios no son diferentes, no son lo nuevo, no son liberales, no son moral, ni estéticamente superiores, la única batalla que están ganando es en la que luchan contra jubilados indefensos, los enfermos de cáncer, los universitarios y los trabajadores. Son hasta ahora, lo peor de la vida política del país.
 
La Opinión Popular
 

18-04-2024 / 11:04
A pesar de la fuerte concentración que existía (sólo 10 empresas concentran el 83,4% del "mercado") el DNU 70/23 del anarco capitalista Javier "el Loco" Milei habilitó subas sin tope beneficiando a las prepagas. Las cuotas se dispararon, se volvieron impagables para miles de afiliados. Ahora recularon en chancletas y anuncian una marcha atrás en las subas, pero permanecerán ajustadas a la inflación. La medida involucra a un grupo de siete prepagas que subieron sus cuotas por encima de la inflación, Osde, Swiss Medical, Galeno, Omint, Medife, el Hospital Alemán y el Británico. La decisión exige que estas empresas retrotraigan las cuotas a los montos de diciembre y que vuelvan a calcular su valor ajustándolo por inflación (IPC). 

Mientras siguen pregonando las bondades del libre mercado, a casi 4 meses de haber asumido, el libertario Milei quedó rendido ante el poder y la influencia de un mercado que el mismo gobierno liberó: el de la medicina prepaga. Tras el malestar social que generaron los aumentos récord del sector y luego de haberle dado vía libre para que suban a voluntad, el Ministerio de Economía incineró la bibliografía libertaria y se vio obligado a intervenir y fijar cómo y cuánto deben aumentar las tarifas de la salud privada.


Un esquema que, por seis meses, no será libre sino que se volverá al precio de diciembre y, desde allí, se aplicarán subas en base a la inflación mensual. Esto redundaría, vía intervención del Estado que Milei desprecia, en un aumento un 30 por ciento menor que el que se dio en el esquema de precios libres. En pocas palabras, como el mercado de la medicina prepaga no se moderó ni compitió por precios a la baja, sino que hizo todo lo contrario, el Presidente decidió volver a regular al sector para evitar un descontrol de precios.

Lo hizo, además, en medio de una confusión total a nivel gestión y posición ideológica: Economía avanzó en regular cuando hace menos de 24 horas había presentado un amparo judicial para frenar los aumentos; todo mientras rige el DNU que, entre otros puntos, liberó las tarifas de las prepagas. Todo ese ida y vuelta siendo el Gobierno quien tiene la potestad de controlar, sin ir a la Justicia.

Y un dato más: tan afectado quedó el relato del libre mercado que Milei no se animó a avanzar en una acusación directa por cartelización de prepagas, asunto denunciado por la Coalición Cívica y sobre el que sobra evidencia. Si lo hacía, podía dejar fluir el libre mercado pero imponiendo multas y sanciones por conductas anti competitivas, que es lo que todos los países que ostentan el libre mercado hacen. Pero eligió, por el temor al escándalo y la crisis social, regular antes que multar vía Comercio, cartera denostada por los libertarios.

Dato de color: con el mismo DNU que desreguló a las prepagas, también eliminó el Gobierno el esquema de información de costos que regía en la Ley sectorial. Sin eso, hoy no tiene forma de lograr, en la práctica, que las empresas les devuelvan a los usuarios el dinero mal cobrado en estos meses. Es decir, la capitulación política fue total y, además, desordenada.

¿Milei se hizo comunista?
 Lo real es que no son tan libertarios: se la vieron negra en las encuestas y retrotrajeron el aumento. De esta manera, comienza a desinflarse poco a poco la idea delirante de libre mercado a rajatabla que plantea el Ejecutivo nacional. Milei plagió al "marxista" Groucho Marx, quien afirmó: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros".


La Opinión Popular

17-04-2024 / 10:04
Las asociaciones que nuclean a los pacientes con cáncer y patologías graves presentaron un amparo para que vuelva a funcionar la Dirección de Asistencia, el organismo del Estado encargado de proveerles la medicación que los mantiene con vida, paralizado desde que asumió el gobierno de Javier Milei. "Nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera", aseguran sus dirigentes. Otra crueldad más de un Gobierno que desde que asumió no para de generar políticas a favor de los grandes empresarios y perjudicar al pueblo, como queda en claro en estos casos.
 
"La palabra es mistanasia: la muerte por abandono indigno de personas. Para que no haya más mistanasia es que presentamos este amparo, queremos que la gente reciba los medicamentos ya. ¡No nos mientan más! Mil veces tuvimos conflicto con los gobiernos, pero nunca como ahora existió la voluntad de que la gente se muriera".
 
La que habla con vehemencia y se le quiebra la voz cuando golpea el puño sobre la mesa hasta contagiar las lágrimas es Florencia Braga Menéndez, directora de proyectos de la Alianza Argentina de Pacientes (Alapa).
 
Es una de las seis organizaciones que presentaron un amparo colectivo que reclama el funcionamiento de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), en el sistema de protección de la salud, cuya paralización provocó que cientos de personas (que carecen de cobertura de salud o subsidios) dejaran de recibir la medicación para el tratamiento del cáncer y otras patologías severas o enfermedades raras.
 
En el salón del bloque de Unión por la Patria, donde las asociaciones de familiares y pacientes habían convocado a una conferencia, empezó resonar el grito de los presentes al escuchar a Florencia: "¡Ni un paso atrás!".
 
Desde la llegada de Javier Milei al gobierno nacional, la Dadse casi no provee medicamentos ni resuelve expedientes y reclamos. No tiene autoridades ni organigrama administrativo, dice el amparo. En la sede habían puesto un cartel que decía: "La Dadse permanecerá momentáneamente cerrada por readecuación en los sistemas y procedimientos".
 
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, había anunciado una auditoría sobre el procedimiento para la adquisición de medicamentos; lo invalidó e hizo una denuncia pero no reemplazó el sistema por otro. En febrero, la Dadse pasó al Ministerio de Salud en medio del ajuste y la disparada de precios de los medicamentos en un 110 por ciento. El Gobierno, además, anunció este martes el recorte a esa cartera de 140 mil millones de pesos.
 
El texto del amparo colectivo, que quedó a cargo del juez contencioso Walter Lara Correa, explica que desde que comenzaron a hacerse públicas algunas historias de quienes dejaron de recibir medicamentos, Salud subió a la página web dos llamados a cotizar medicación para 15 expedientes y otro para 83. El segundo incluye casos judicializados individuales que obtuvieron cautelares que obligan a proveer la medicación. El procedimiento todavía no terminó. 
 

15-04-2024 / 09:04
El sábado por la noche, la República Islámica de Irán envió varios centenares de drones y misiles contra Israel en respuesta al ataque israelí contra Damasco en el que murieron varios comandantes iraníes, señalando que la escalada guerrerista es principalmente responsabilidad de Israel. El presidente Javier "Mambrú" Milei, a contramano de la mayoría de sus pares de la región, sobreactuó su respaldo a Israel con un abrazo con el embajador Eyal Sela, al que le cedió todo el protagonismo de un extravagante "comité de crisis" argentino por la guerra en Medio Oriente, en un nivel de cipayismo inaudito.

Antes, en una entrevista, Milei había reiterado su apoyo "irrestricto" a cualquier decisión que tome el primer ministro Benjamín Netanyahu en medio del conflicto. El Gobierno anarco capitalista profundizó así su intromisión, abandonando la tradicional posición de no-alineamiento de la Argentina y su búsqueda de la paz. Hubo duras críticas opositoras al ideologismo libertario y los riesgos que entraña para el país desembarcar en un conflicto donde nadie lo llamó
, aliándose con un país que siempre vota en contra de la Argentina en el tema Malvinas.


El sábado por la noche, Irán lanzó una represalia sin precedentes contra Israel, disparando más de 300 proyectiles, incluidos 170 drones, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos. También se dispararon cohetes, drones y misiles desde Líbano, Irak y Yemen. Tras el ataque a un edificio diplomático iraní en Damasco y la muerte de varios comandantes de la Guardia Revolucionaria, Irán se enfrentó a un dilema: responder, y con un grado de intensidad sin precedentes, pero limitando el peligro de desencadenar una guerra total que sería devastadora.

En este contexto, Irán optó por una respuesta graduada, llevando a cabo un ataque importante, en cuanto al número de misiles y drones lanzados, pero limitado desde el punto de vista estratégico. Al optar por no delegar su defensa como en el pasado en sus aliados libaneses, yemeníes o iraquíes, Irán rompe con su política histórica de "disuasión". Sin embargo, al lanzar su ataque desde su propio suelo, en lugar de desde posiciones más cercanas a Israel, la República Islámica se ha asegurado de que los proyectiles tarden varias horas en alcanzar su objetivo, dando tiempo a Tel Aviv y a sus aliados imperialistas para preparar una defensa. Según los primeros informes israelíes, casi todos los disparos fueron interceptados.
 
Las potencias occidentales han mostrado un fuerte apoyo a Israel, en línea con su apoyo al genocidio de Gaza, denunciando el ataque iraní mientras ignoraban el ataque israelí a la que era una respuesta. Sin embargo, Estados Unidos y Francia intentan evitar represalias que puedan desencadenar una conflagración regional. Al parecer, Joe Biden le dijo a Netanyahu que Estados Unidos se negaría a participar en operaciones ofensivas contra Irán y no apoyaría tales operaciones. Netanyahu se enfrenta a una enorme crisis interna en la que su supervivencia política dependerá de la continuación de la guerra genocida en Gaza y de la satisfacción de las exigencias de sus socios de extrema derecha.
 
Dirigentes locales de la oposición, peronistas y figuras que integraron el cuerpo diplomático del macrismo cuestionaron la decisión de Milei de abandonar la tradicional estrategia geopolítica de no alineamiento o neutralidad del Estado argentino para posicionarlo abiertamente a favor de Israel y los Estados Unidos en el conflicto de Medio Oriente. Las críticas advierten que el Presidente actúa sin tener en cuenta los intereses del país, al que expone de manera irresponsable y peligrosa. Milei pone sus prejuicios ideológicos y afinidades religiosas por encima del interés nacional. Cual moderno "Mambrú" pretende traer las consecuencias de una guerra entre potencias a la Argentina.
 
La Opinión Popular

14-04-2024 / 09:04
El estallido del bloque oficialista en la cámara de diputados llegó en un momento inoportuno, a pocas horas de que el Poder Ejecutivo hiciera circular el nuevo proyecto de ley de Bases entre algunos legisladores con los que busca complicidad. Existe una máxima parlamentaria: "no podés salir a buscar votos afuera antes de tener ordenada la tropa propia". La genuflexión de los de siempre pone a prueba la sabiduría popular, veremos si alcanza.
 
El fin de semana pasado Javier Milei recibió en Olivos al entonces jefe del bloque oficialista Oscar Zago y a la diputada Marcela Pagano, y dio el visto bueno para que ella ocupe la presidencia de la comisión de Juicio Político. El trámite se concretó el martes en una reunión que el presidente de la cámara, Martín Menem, intentó evitar y sólo pudo interrumpir cuando el nombramiento de autoridades ya estaba terminado. Menem desconoce el resultado de esa sesión.
 
Horas más tarde, por orden de Karina Milei, se desplazó a Zago de la conducción del bloque. Aunque en un primer momento parecía que el daño había sido encapsulado, Zago se negó a dejar su despacho y Pagano tampoco quiere renunciar a la presidencia de la comisión. De los 41 diputados de La Libertad Avanza, sólo 36 votaron a favor de que el cordobés Gabriel Bornorini, también cercano a Karina, presida la bancada. En Casa Rosada asumen que puede haber nuevas deserciones.
 
En una entrevista el exjefe de bloque dio a entender que la secretaria general toma decisiones que corrigen o desautorizan lo que decide el presidente. En el caso de Zago, ella espera que el acepte desarmar su partido, el MID, para fundirse con LLA en las elecciones de medio término, no ya como aliados en un frente común sino dentro de un nuevo partido en el que los Milei concentren el poder. Bornoroni aceptó las condiciones y se convirtió en un alfil de Karina.
 
En el Senado también empieza a crujir la estructura. Esta semana Victoria Villarruel no pudo repetir la mayoría que había articulado en diciembre, porque perdió el apoyo de los senadores que responden a los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilnek, y de Santa Cruz, Claudio Vidal. Si las chances de que el gobierno logre aprobar la ley de Bases son dudosas en la cámara de diputados, en la cámara alta directamente hoy parecería una hazaña.
 
A fines de la semana anterior, el jueves 4 de abril, renunció a su asiento en la comisión de Trámite Legislativo, que debe evaluar los DNU, el salteño Juan Carlos Romero. Sin ser de la LLA (tiene su propio bloque) fue el más hábil operador en la fallida defensa del DNU. Tiene contactos muy fluidos con la vicepresidenta y con Mauricio Macri. Su movimiento, inusual, genera suspicacias en el gobierno. Karina no confía en ninguno de los tres.
 
¿Quién toma las decisiones en el gobierno? Es una pregunta que todavía no encuentra respuesta. Lo cierto es que lo que se acuerda en reuniones con funcionarios de primera línea, e incluso con el propio presidente, usualmente no llega a concretarse. Todo choca contra una red invisible: un problema que se encuentran desde Villarruel hasta Bullrich, empresarios, gobernadores, sindicalistas, dueños de medios y hasta embajadores extranjeros. ¿Es el Jefe?
 
Eso sospechan los gobernadores que dieron crédito a Milei y quedaron pagando. Hoy son la principal amenaza contra el gobierno porque tienen la llave que puede pulverizar el DNU y la ley de Bases. 
 

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