Nacionales - 06-07-2015 / 11:07
TRIUNFÓ JUAN SCHIARETTI, UN PERONISTA OPOSITOR
Córdoba: papelón cristinista en un distrito clave
En la segunda provincia más importante del país en cantidad de electores, el peronista opositor Juan Schiaretti se ungió gobernador por una apretada diferencia sobre el radical Oscar Aguad. Pero le sacó más de 20 puntos al cristinista Eduardo Accastello, que quedó tercero. Imagen: Blas García para La Opinión Popular
En una jornada con temperaturas bajo cero, otro baldazo de agua fría cayó sobre el cristinismo. Nueva frustración y nueva derrota en otro distrito clave, el segundo más importante de la Argentina (después de la provincia de Buenos Aires) en cantidad de electores.
Porque en Córdoba, que con sus 2,6 millones de personas habilitadas para votar representa el 8,73% del padrón nacional, la gobernación quedó en manos del candidato Juan Schiaretti y su vice Martín Llaryora (Unión por Córdoba), quien, con el 63,81% de las mesas escrutadas, se imponía con el 39,19% de los votos.
En una elección polarizada por las dos fuerzas opositoras al gobierno de CFK, Schiaretti (que en 2007 ya había sucedido a De la Sota) extendía el dominio del peronismo opositor cordobés por un quinto mandato hasta el 2019, cuando el delasotismo contará 20 años en el poder.
En tanto, el binomio Oscar Aguad-Héctor Baldassi por Juntos por Córdoba (la alianza entre la UCR, Pro y el juecismo) quedaba en segundo lugar con el 33,82%; mucho más lejos, la lista cristinista Córdoba Podemos, encabezada por el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, y el humorista "Cacho" Buenaventura, cerraba el podio con el 17,51%, a más de 20 puntos porcentuales de distancia de Schiaretti.
Pasada la medianoche, el radical Aguad reconoció públicamente la derrota en manos de Schiaretti, y terminó así con posibles elucubraciones que habían circulado a lo largo de la jornada sobre supuestos manejos raros en la carga de votos.
La Opinión Popular
ELECCIONES 2015
Juan Schiaretti triunfó en Córdoba: Cristina y Scioli llamaron para felicitarlo
Córdoba. Con el precandidato presidencial José Manuel de la Sota como figura central en el palco, cuatro horas después del cierre de los comicios, se realizó el acto de festejo de la fórmula Juan Schiaretti y Martín Llaryora, quienes se adjudican la victoria en las elecciones provinciales. El tigrense Sergio Massa se sumó al escenario junto a Roberto Lavagnay Felipe Solá .
El acto apuntó a nacionalizar la victoria en Córdoba. De la Sota se encargó de plantearlo directamente, cuando apuntó como los dos grandes perdedores a Daniel Scioli y Mauricio Macri. Del primero dijo que, en el acto con Zannini, se mostraron "tal como son, vengativos". Respecto del jefe del Pro señaló que en la provincia "mezcló el agua y el aceite impuso su capricho; la derrota ha sido dura en Córdoba".
Con un discreto número de militantes participando del festejo, el primer orador fue Llaryora quien se comprometió a "recuperar" la ciudad capital para Unión por Córdoba, ya que -una vez más- la fuerza perdió en ese distrito. "Demostramos de nuevo al país que Córdoba no se rinde, que estamos de pie, que seguimos en la ruta del progreso", señaló en su breve discurso de menos de cinco minutos.
Al momento en que los candidatos iniciaban sus presentaciones, el escrutinio oficial seguía estancando en casi el 32% de los votos emitidos. El resultado marca 38,19% para Schiaretti; 33,71% para Oscar Aguad de la triple alianza y 18,78% para el kirchnerista Eduardo Accastello.
Schiaretti arrancó agradeciendo el acompañamiento de De la Sota y Massa y los llamados para felicitarlo de Daniel Scioli, Carlos Zannini, Mauricio Macri y de la presidenta Cristina Fernández. Entre los mencionados estuvo el intendente de Córdoba Capital, Ramón Mestre, quien es parte de la alianza "Juntos por Córdoba".
Durante la campaña varias veces había dicho que mantenía buenas relaciones con todos los competidores por la presidencia, más allá de que su candidato era De la Sota. Incluso mencionó que tenía diálogo con Zannini, quien fue compañero de cárcel de dos de sus ex ministros.
Dijo que el pueblo cordobés dio otra "lección de civismo" y en varias oportunidades destacó la gestión de De la Sota. "Nuestro triunfo jamás nos hará caer en la tentación de la arbitrariedad, del totalitarismo. Llamaremos a todas las fuerzas políticas para instrumentar políticas de Estado, a todas las fuerzas del trabajo y de la producción, a todos los credos religiosos y a todos los organismos no gubernamentales. Un gobernador siempre debe escuchar".
Insistió: "Para nosotros es sagrada la libertad de prensa, la división de poderes y la independencia del poder judicial. No somos partidarios de la chequera y el látigo, estaré al servicio de todos los intendentes y jefes comunales para que juntos sigamos haciendo progresar a Córdoba".
"Respetando a todos los que piensan distinto, tengo firmeza en mis convicciones porque llevo en mi alma la mejor doctrina que es la de Juan y Eva Perón", aseguró en su discurso, en el que reiteró algunas de sus promesas de campaña.
También aprovechó para rendir un homenaje a los "compañeros desaparecidos". Lo hizo mientras repasaba algunas de las vivencias que registra como cordobés y de las que dijo sentirse orgulloso. "Córdoba no es una isla, sufre las consecuencias de lo que le pasa a la Argentina, es una parte indivisible del país", destacó.
El cierre lo realizó De la Sota, a quien presentaron como el hombre necesario "para que no haya rencores ni divisiones". Arrancó mencionando la quinta victoria consecutiva del peronismo en una provincia "tan crítica y difícil de conquistar". Advirtió que "no es fruto de la casualidad, sino de una nueva forma de gobernar, de aquellos que tienen coraje y no se arrodillan ante los poderosos".
"El día de mañana será la victoria de todo el pueblo argentino; hoy ganó la Córdoba de la dignidad, de la que se resistió a un Gobierno que se quedó con los fondos de los jubilados cordobeses", planteó actualizando su confrontación con el kirchnerismo al que acusó de "despreciar y discriminar" a la provincia.
Todos su discurso fue haciendo eje en la campaña nacional. Volvió a criticar a quienes hablan de una polarización y planteó que con Massa son los que proponen una alternativa distinta.
Pasada la medianoche, el candidato Oscar Aguad reconoció la derrota. Así lo hizo saber el propio Schiaretti mediante un tuit.
Por Gabriela Origlia
Fuente: LA NACION