Nacionales - 01-05-2015 / 10:05
RECLAMAN AUMENTOS CERCANOS AL 40% Y PIDEN UN ALIVIO IMPOSITIVO
Por enfriar paritarias y Ganancias, el Gobierno de CFK suma nuevos enemigos y enfrenta más paros antes de elecciones
Cuando el Gobierno de CFK parecía contener a los metalúrgicos y mercantiles, los aceiteros y los bancarios patearon el tablero con el anuncio de medidas de fuerza. Reclaman aumentos cercanos al 40% y piden un alivio impositivo.
El estancamiento generalizado de las negociaciones salariales y el congelamiento de cualquier cambio en el Impuesto a las Ganancias le sumó al Gobierno nuevos enemigos con capacidad de daño, cuando parecía contener los reclamos gremiales y llevar calma a los empresarios.
Es que, al mismo tiempo que las autoridades lograron convencer a los metalúrgicos que dejaran en suspenso el paro de 36 horas y a los empleados de comercio de estirar la negociación, los aceiteros y los bancarios patearon el tablero este miércoles al anunciar medidas de fuerza.
Desde la hora cero de hoy, los gremios nucleados en la CGT San Lorenzo realizan una protesta con cortes de ruta que busca paralizar las actividades portuarias del polo exportador de Rosario, luego de hacer este miércoles un quite de colaboración, mientras que La Bancaria resolvió realizar asambleas y un paro en las próximas dos semanas.
Los gremios reclaman compensar la pérdida de poder adquisitivo y aliviar la presión impositiva sobre los ingresos, dos puntos que en el último tiempo se convirtieron en los principales motivos de cuestionamiento al Ejecutivo, al que acusan de ejercer presiones para que los incrementos queden por debajo del 30% y defender a rajatabla Ganancias con fines puramente recaudatorios.
Sucede que los reclamos sindicales siguen alejados de la pauta prevista por las autoridades. Para este año, la propuesta de la central santafesina es llevar el salario mínimo a $14.931, lo cual representa un aumento del 42 por ciento. Pero la cámara aceitera se negó y ofreció un incremento de 24 puntos, que fue considerado insuficiente por los gremios.
En tanto, los bancarios piden un aumento del 33% y una compensación por los descuentos impositivos, que llevaría el reclamo al 38%, mientras que las entidades financieras ofrecen una suma "puente" de $2.200 para este mes, tal como lo hicieron durante el primer trimestre, y a futuro un incremento del 20%.
Por ello, el sindicato resolvió en un plenario de secretarios generales la realización de asambleas el miércoles 6 y jueves 7 en todo el país durante las dos últimas horas de atención al público con interrupción de tareas, y un paro total de actividades por 24 horas en fecha a determinar para la semana del 11 al 15 de mayo, con concurrencia a los lugares de trabajo y movilizaciones en todas las seccionales.
"Sin ninguna vergüenza, a más de cuatro meses de iniciadas las negociaciones paritarias para renovar el acuerdo salarial -que debe regir entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2015- no hay propuesta de las patronales para superar la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios ni ninguna decisión para modificar y/o compensar el injusto Impuesto a las Ganancias a nuestros ingresos de carácter alimentario", denunció La Bancaria en un comunicado.
Así las cosas, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, tendrá tiempo hasta la reunión del próximo martes en la cartera laboral, dónde continuará la paritaria bancaria, para intentar desactivar las medidas de fuerza, tal como lo hizo este miércoles con la Unión Obrera Metalúrgica, que decidió una vez más posponer su paro tras el fracaso de las negociaciones con las cámaras de la actividad que ofrecieron una suba del 24%, lejos del 32% que exige el sindicalista Antonio Caló.
Los funcionarios niegan que desde el Gobierno se estén poniendo trabas para que los sindicatos pacten nuevos aumentos salariales y hasta echan andar rumores sobre posibles cambios en Ganancias antes de las elecciones de octubre.
Sin embargo, cada vez son menos los gremios que confían en las promesas oficiales. El titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, apuntó este miércoles sus dardos contra el Ministerio de Trabajo y la cámara que nuclea a los bancos públicos y cooperativos (ABAPRRA) por el empantanamiento de la discusión salarial, un problema que también enfrentan los empleados de comercio, quienes reclaman una suba del 30% y tres sumas fijas de $2.000.
Según pudo saber iProfesional, durante el plenario de secretarios generales, Palazzo ratificó frente a sus allegados que el motivo de la falta de avances es "político" y advirtió que las expectativas inflacionarias del Gobierno "no se corresponden con la realidad", en momentos que las autoridades argumentan que la suba de los precios este año se ubicaría por debajo del 20%.
Los bancarios aseguran que la orden de reducir las pretensiones gremiales baja directamente desde el Gobierno y es replicada por todas las entidades financieras. "Los bancos privados dicen que primero tiene que bajar una propuesta de ABAPPRA", explicaron desde el gremio, para referirse a la entidad dirigida por Juan Ignacio Forlón, amigo de Máximo Kirchner.
Ganancias
El otro punto sensible de los reclamos sindicales es el de los descuentos a los salarios por el Impuesto a las Ganancias, un tema que ganó volvió a la agenda gremial el 31 de marzo con el paro lanzado por los gremios del transporte y amenaza con distorsionar las negociaciones salariales.
Una de las consecuencias es que ahora los sindicatos, como es el caso de los bancarios, piden que las empresas se hagan cargo del gravamen, en caso de que el Gobierno no efectúe una reforma impositiva, ante la creciente presión de las bases. "No vamos a cerrar nada hasta que no haya un acuerdo en Ganancias", dijo Palazzo este miércoles.
El malestar hoy abarca a un gran número de asalariados, dado que el impuesto actualmente castiga a todos aquellos empleados en relación de dependencia que entre enero y agosto de 2013 ganaban más de $15.000 brutos.
Desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) alertaron que el alcance del tributo es de tal magnitud que los dependientes afectados llegan a abonar una alícuota real superior al 20% de sus ingresos. Desde la consultora advirtieron que, con las actualizaciones de las remuneraciones de este año, los trabajadores que ya se veían impactados por el impuesto, "pasarán a sufrir un nuevo e importante salto en la presión tributaria".
Según el IARAF, en el caso de los empleados con dos hijos, "pasarán de tributar el 7,7% de su ingreso neto anual en 2014 a casi 20% este año", lo que implica un fuerte aumento, cercano al 150% en apenas doce meses. Frente a este salto, los analistas del Instituto señalaron que esto representa, ni más ni menos, una transferencia al fisco por el equivalente de casi 2 salarios al año frente a una proporción del 0,8% en 2014.
Claro que la presión se incrementa cuanto más se haya cobrado en el período comprendido entre enero y agosto de 2013. Aquellos dependientes que, por ejemplo, tenían sueldos de $20.000 y $25.000, entonces hoy día deberán aportar al Estado hasta casi el 24% de su remuneración (sin importar si son solteros o casados con dos hijos).
Esta situación también se evidencia entre los empleados que están en las escalas salariales más altas: considerando un aumento de sueldo del 30% para este año, deberán hacer frente a una tasa de igual magnitud.
Desde el IARAF destacaron que el "insuficiente ajuste de mínimos y deducciones y el congelamiento desde 2000 de los tramos de escala, en un contexto de alta inflación", provocaron "un constante aumento de la tasa efectiva del Impuesto a las Ganancias de los empleados en relación de dependencia".
Yesica Baigorri, miembro del estudio Laiún, Fernández Sabella & Smudt, coincidió en que "este tributo cada vez genera una mayor presión tributaria entre los dependientes debido al aumento de la tasa real del gravamen".
Frente a ello, los expertos recalcan que se hace necesario modificar los valores de las deducciones y cargas de familia que pueden computar los trabajadores, además de ajustar las escalas, que no se modifican desde hace casi 15 años.
Por Juan Manuel Barca
Fuente: iprofesional.com