Nacionales - 27-03-2015 / 17:03
EL MINISTRO NO QUIERE HABLAR DEL NÚMERO DE POBRES PORQUE DICE QUE ESO LOS ESTIGMATIZA
Insólito: Axel Kicillof admitió no saber el número de pobres que hay en el país
El relato K habla permanentemente sobre la enorme cantidad de argentinos que han dejado de ser pobres a lo largo del gobierno de CFK, efecto directo de la política “nacional y popular” que dicen llevar a cabo. Pero, la realidad le pega una fuerte cachetada a la ficción K.
El relato K habla permanentemente sobre la enorme cantidad de argentinos que han dejado de ser pobres a lo largo del gobierno de CFK, efecto directo de la política "nacional y popular" que dicen llevar a cabo. Pero, la realidad le pega una fuerte cachetada a la ficción K.
Es insólito que el ministro de Economía diga que ignora cuántos pobres hay y que, además, califique a la pregunta de complicada. ¿A quién si no a él hay que hacerle la pregunta? "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Últimamente no tengo el número de pobres, me parece que es una medida un poco estigmatizante", aseguró ayer Axel Kicillof.
Kicillof también dijo que "no puede creer que digan que la pobreza creció". Si está tan seguro de lo contrario, ¿por qué no dice en qué punto está? De paso, así desmiente, con datos reales, a las mediciones privadas y al Observatorio Social de la Iglesia.
También aseguró que la difusión del índice de pobreza será usado por la oposición para criticar al Gobierno. La respuesta es sencilla al ocultamiento oficial de ese y otros datos. Y es que el índice, bien medido, creció a contrapelo del relato oficial.
La respuesta de Kicillof levantó una polvareda en la sociedad, que ve cómo el gobierno de CFK sigue empecinado en negar los escabrosos índices sociales que ha dejado la "década ganada". Conocer la estadística de pobreza es clave para definir las políticas sociales y determinar la eficacia de estas políticas. De lo contrario es trabajar a tientas.
El Indec dejó de publicar los índices de pobreza y de indigencia desde mediados de 2013. El último dato sobre pobreza había dado apenas un 4,7%. Desde entonces la oculta. Los especialistas han estimado que la pobreza ronda el 25 %, un número que sí es estigmatizante para un Gobierno que insiste en haber mejorado la situación social.
Lo que sí estigmatiza es que haya un número grande de pobres, no las estadísticas que así lo demuestran, que existen en la mayoría de los países. La falta de datos certeros sobre los índices de la Argentina, es una herencia que dejará el cristinismo al gobierno que asuma en diciembre, ya que 8 años de intervención del Indec, ha llevado a que el organismo público sufra una pérdida total de legitimación.
Este error gigantesco en la política K, que Kicillof incrementa en vez de bajar, llevó a la Argentina a sufrir grandes humillaciones, porque en los países serios, las estadísticas son intocables y poseen una claridad notable y la sospecha sobre cualquier manipulación queda totalmente de lado, algo que en nuestro país no ocurre.
La Opinión Popular
Kicillof no quiere hablar del número de pobres porque dice que los estigmatiza
"Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante." Con esta curiosa definición, el ministro de Economía, Axel Kicillof, justificó ayer la desaparición de las estadísticas oficiales de pobreza, registrada desde fines de 2013.
En realidad, desde el inicio de la manipulación de los datos públicos en 2007 hasta 2013, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sí publicó esos datos, pero, con la distorsión de las cifras de la inflación, el cálculo oficial de pobreza perdió toda relevancia.
Ayer, en declaraciones a radio Metro, el ministro respondió ante una pregunta: "Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante".
Con un discurso muy parecido al del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, el ministro afirmó que el anterior índice de pobreza, publicado hasta 2007, "le venía muy bien a la oposición".
Al respecto, el ministro confundió las fechas, porque dijo que antes de la intervención en el Indec, se "actualizaban los ingresos con el IPC de Patricia Bullrich", en referencia al IPC Congreso, difundido por un grupo de legisladores, entre ellos Bullrich, que reúne el promedio de la inflación de varias consultoras privadas.
Pero en realidad ese indicador se comenzó a publicar recién en 2012, cinco años después de que comenzaran a distorsionar las estadísticas y como resultado de la persecución judicial que comenzó el Gobierno sobre las consultoras que medían los precios en forma independiente del Indec.
Y si bien el ministro se defendió diciendo que "hay 500 mediciones" sobre la pobreza, aclaró que "hay un índice que, por los problemas de hacer homogénea la serie y hacerla nacional, lleva más tiempo". Por lo tanto, aclaró, "cuando esté, se va a publicar".
El último dato publicado por el Indec arrojó, en diciembre de 2013, un nivel de pobreza de 4,7% de la población. Sin embargo, la CTA oficialista, que dirige Hugo Yasky, dijo en 2014, a través de su centro de estudios (Cifra), que la pobreza alcanzaba al 17,8%; por su parte, la consultora oficialista Equis, de Artemio López, dijo que se ubica en el 12%. Para el instituto oficial de la ciudad de Buenos Aires, la canasta arroja una cantidad de pobres equivalente al 20% de la población porteña.
Según la Universidad Católica Argentina, este índice llegaba en 2013 al 26%, mientras que para el Cedlas, de la Universidad de La Plata, estaba en el 11%, y para la CGT de Hugo Moyano a fines del año pasado se ubicaba en el 29%. En tanto, para el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas se ubica en el 28%.
Todas estas organizaciones publican sus índices en forma periódica, frente al ocultamiento sistemático por parte del Gobierno. Sin embargo, Kicillof negó esta actitud. "¡Mirá si este gobierno va a ocultar los pobres!", se autoinculpó el funcionario.
REACCIONES
En diálogo con LA NACION, el director de Estadísticas de la ciudad de Buenos Aires, José Donati, manifestó su discrepancia de las declaraciones del ministro. "Estigmatizar a los pobres en realidad es ocultar las cifras de la pobreza", indicó.
Víctor Beker, ex director del Indec, dijo que "la estigmatización la genera un gobierno que no se atreve a publicar las cifras que serían un problema para el propio oficialismo". De inmediato, desmintió que exista una dificultad metodológica: "Acá hay un problema por los precios que se toman para medir la canasta".
Los trabajadores del Indec afiliados a ATE también cuestionaron al ministro más mimado por la presidenta Cristina Kirchner: "Para el ministro de Economía Nac&Pop, lo estigmatizante es contar pobres, no serlo". El diputado Claudio Lozano fue más duro: "Con un argumento estúpido, Kicillof oculta que el relato de la mejoría en la vida de la gente se acabó hace rato, mientras las empresas ganan cada vez más".
Agustín Salvia, investigador del Conicet y de la UCA, dijo: "El problema es que tenemos estadísticas deterioradas, pero la solución no es dejar de publicarlas; la medición no estigmatiza, sino que permite evaluar una situación para mejorarla". Y Alfredo Schclarek, del Cippes, sostuvo que el ministro "busca desviar el hecho de que la pobreza está en los mismos niveles que en los 90".
Por Martín Kanenguiser
Fuentes: La Nación, Clarín y LOP