Nacionales - 26-03-2015 / 08:03
SE REALIZARÁ EL PRÓXIMO MARTES 31, EN LA PREVIA DE LOS FERIADOS DE SEMANA SANTA
Sin bancos ni transporte público: se viene un nuevo Paro Nacional contra Cristina Fernández
Con el desafío de ejecutar una contundente demostración de fuerza que presione al Gobierno de Cristina Fernández a apurar cambios sobre el impuesto a las Ganancias, toma fuerza de paro general la huelga del próximo martes 31. Se realizará en la previa de los feriados de Semana Santa. Crece el conflicto social.
La decisión del gobierno de Cristina Fernández de no subir el mínimo no imponible del abusivo Impuesto a las Ganancias, un gravamen que como consecuencia de la inflación afecta cada vez a más trabajadores, generará que el próximo martes 31 haya un paro general muy importante, en la previa de los feriados por Semana Santa.
Ayer anunciaron su adhesión a la medida de fuerza La Bancaria y la Unión Tranviaria Automotor (UTA). Esto se traduce en que el próximo martes no funcionarán los bancos como así tampoco los trenes y el transporte automotor de pasajeros de corta, media y larga distancia.
Además, se teme que el miércoles 1º de abril, que será el último día hábil de la semana, se genere una situación de colapso en los bancos y haya problemas con la recarga de cajeros ante la gran demanda de los empleados públicos (el miércoles comienza el cronograma de pagos de estatales) y de otros ciudadanos que deberán retirar dinero para afrontar el fin de semana largo.
El hecho de considerar al salario como "una ganancia" es una contradicción en sí misma, una verdadera aberración jurídica. En rigor, "la ganancia" o plusvalía es lo que obtiene el empresario producto del trabajo de su asalariado, y como tal abona impuestos por dicho concepto. En otras palabras, el Gobierno hace una doble imposición que recae, principalmente, sobre la clase media.
"La Unión Tranviarios Automotor se adhiere a la medida del 31 de marzo porque, lamentablemente, en el Gobierno no hemos encontrado ninguna solución; así que está confirmado", dijo el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández.
El paro nacional es promovido por los gremios del transporte con la adhesión de la CGT y CTA opositoras, con lo que se sentirá también en hospitales públicos y estaciones de servicio. En este sentido, el líder del gremio de transporte La Fraternidad, Omar Maturano, prometió una huelga "a gran escala".
Por su parte, y tal como se esperaba, la CGT opositora liderada por Hugo Moyano se sumó al paro nacional. Moyano reiteró que "el eje" del paro nacional, que coincidirá con el dispuesto por los gremios del transporte, "es Ganancias, pero también los demás reclamos como el aumento a jubilados, la seguridad y la inflación".
Moyano marcó diferencias con el paro convocado por los gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo para ese mismo día: "Nosotros convocamos a un paro nacional de todos los gremios, mientras que el de los gremios del transporte, al que yo pertenezco, es un paro sectorial".
Acerca de la profundización del plan de lucha contra el gobierno de CFK, fuentes de la CGT opositora indicaron que "se viene un paro de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo porque el gobierno hace oídos sordos de los reclamos que venimos haciendo".
El panorama sindical se oscurece para el gobierno de CFK, mientras crece el conflicto social.
La Opinión Popular
El transporte robustece el paro del 31 con el apoyo de Moyano y gremio bancario
Con el desafío de ejecutar una contundente demostración de fuerza que presione al Gobierno a apurar cambios sobre el impuesto a las Ganancias, el frente de gremios del transporte se reunirá mañana para delinear los últimos preparativos de cara al paro nacional del 31 de marzo, protesta que sumará el respaldo de las distintas variantes del sindicalismo opositor y de poderosas organizaciones gremiales independientes.
El encuentro de los gremios que integran la denominada Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que se concretará mañana desde las 17 en la sede del sindicato de Aeronavegantes, servirá para definir los alcances concretos de la medida de fuerza. Ella tendrá el formato de una huelga tradicional, sin actos ni movilizaciones, y paralizará en forma total el transporte ferroviario, de pasajeros, de cargas, aeronáutico y la actividad marítima-portuaria.
Además, la reunión permitirá al sector hacer un conteo del apoyo que el paro cosechará en otras organizaciones sindicales, que prevén participar de la medida. "Creemos que va a ser una protesta muy importante", aseguró a este diario el titular de la CATT, Juan Carlos Schmid (dragado).
Es que apenas horas antes del cónclave de los sindicatos del transporte, el líder camionero Hugo Moyano reunirá a la conducción de su CGT para oficializar la adhesión de esa entidad a la huelga. Moyano tenía decidido hace semanas la participación de su central en el paro, pero postergó la confirmación para evitar repetir el traspié de diciembre pasado, cuando debió levantar otra huelga nacional tras el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de exceptuar el aguinaldo del pago de Ganancias.
Cerca del camionero y dentro de la CATT descuentan que la CGT Azul y Blanca, que conduce Luis Barrionuevo, anunciará su respaldo a la protesta, un paso que también dará la CTA disidente, de Pablo Micheli, y un conjunto de organizaciones sindicales de izquierda.
Pero el entusiasmo de los gremios del transporte se extiende, además, a la posibilidad de obtener la adhesión de algunos sindicatos independientes, molestos por la demora oficial en avanzar con la reforma del polémico impuesto. Dentro de ese grupo sobresale el sindicato bancario que ayer formalizó su determinación de sumarse a la huelga.
"Hay que ser claro, el único responsable de la pérdida de poder adquisitivo a manos de ese impuesto es el Estado, y el Gobierno es quien administra el Estado nacional", se quejó el titular de la AB, Sergio Palazzo, al justificar la decisión del gremio de paralizar la actividad el próximo martes.
No obstante, Palazzo aclaró que la adhesión de los bancarios está condicionada a que el gremio de los choferes de la UTA, que lidera Roberto Fernández y que integra el sector que organiza la medida, mantenga la decisión de parar. "Esperamos que consoliden esa medida y que garanticen que van a parar. Si llegamos 48 horas antes y alguno de los gremios decide bajarse, es difícil ser efectivo", advirtió.
La inquietud de los bancarios respecto a la actitud de la UTA es compartida por otros gremios, que temen que a último momento Fernández se baje de la protesta para avanzar en una negociación directa con el Gobierno por demandas particulares de los choferes. Sin embargo, los aliados de Fernández en la CATT rechazan esa posibilidad: "La UTA está comprometida con el paro y no hay ningún cambio de posición", afirmaron voceros del sector.
Por Elizabeth Peger, Buenos Aires
Fuentes: El Cronista, Hoy en la Noticia y LOP