Nacionales - 26-02-2015 / 10:02
AGRIO DEBATE EN DIPUTADOS
Ya es ley el polémico acuerdo con China y crean la nueva SIDE para La Cámpora
La Cámara de Diputados aprobó los convenios firmados por la presidenta Cristina Fernández con el gigante asiático. En una nueva fase en la entrega de la soberanía nacional que significa la hipoteca de la Argentina para las próximas generaciones. Además, la nueva Ley de Inteligencia fue aprobada esta madrugada en Diputados. Críticas por mantener fondos reservados y el mismo personal. También porque las escuchas telefónicas serán controladas por la cuestionada Procuradora ultra K Alejandra Gils Carbó.
La Cámara de Diputados, verdadera escribanía de CFK, debutó en 2015 al convertirse en un escenario de campaña electoral. Al cristinismo no le costó conseguir el quórum porque la oposición quería dar el debate sobre los proyectos que serían ley.
Primero el discutido acuerdo con China, que el gobierno de Cristina Fernández defiende como la panacea de la recuperación económica en 2015, pero que tiene resistencias entre partidos de la oposición, empresarios y sindicatos, que temen invasión de compañías chinas y de trabajadores de ese origen. Y que lo ven como una nueva fase en la entrega de la soberanía nacional que significa la hipoteca de la Argentina para las próximas generaciones.
La aprobación de un protocolo para la construcción de un tercer túnel a Chile por Las Leñas no costó nada, porque tuvo apoyo de casi todas las bancadas. Pero la acritud del debate volvió con el tratamiento de la creación de la Agencia de Inteligencia que reemplazará a la SIDE, criticada por mantener fondos reservados y el mismo personal. También porque las escuchas telefónicas serán controladas por la Procuradora Alejandra Gils Carbó, sospechada de ser funcional y ultra leal al cristinismo.
La nueva ley de inteligencia va a ser muy parecida a la de la ex SIDE: están cambiando el nombre mientras empeoran el contenido. Jubilarán a los actuales agentes y los remplazaran por fanáticos adicto a La Cámpora. Además, esta Ley contiene cláusulas alarmantes a las que hay que prestarle mucha atención pues permite destruir archivos y fortalecer, así, la impunidad de los funcionarios K.
Los acuerdos de cooperación firmados por el gobierno de CFK con la República Popular China, representa un paso más en la entrega de los recursos naturales a las potencias extranjeras. Entre otros puntos, los acuerdos habilitan que empresas chinas tengan accesos privilegiado para poder explotar recursos del subsuelo argentino; además de que no liciten, sino que directamente hagan convenios con el gobierno, con municipios, con provincias, haciendo obras y prestando servicios.
Esto significa plenamente una entrega de la soberanía nacional a los intereses chinos. Hay obras provinciales que el presupuesto nacional les cedía 100 ó 200 millones de dólares, y que se termina acordando por 400 millones, como en Entre Ríos con Sergio Urribarri.
El secretismo que rodea a estos acuerdos genera muchas dudas. Que todo lo actuado quede entre cuatro paredes, y que China tenga la posibilidad de hacer y deshacer a su antojo, deja en claro que el cristinismo sólo piensa en su subsistencia política sin pensar en el daño que esto provoca a la Argentina.
Los chinos le han dado al gobierno de CFK un caramelo que son los Swap, que sólo sirven para comprar en China, que no son dólares contantes y sonantes, sino que son monedas inconvertibles. Pero, los convenios con China constituyen el acto final de un gobierno en retirada, jaqueado en la Justicia por diversos actos de corrupción, al que no le interesa en lo más mínimo el país y su futuro.
La Opinión Popular
El kirchnerismo impuso su mayoría y aprobó la polémica ley de inteligencia
Por Carlos Galván
En una sesión maratónica en la Cámara de Diputados, que duró hasta las cuatro de la mañana, el kirchnerismo logró convertir en ley con 131 votos a favor y 71 en contra el polémico proyecto que disuelve la Secretaria de Inteligencia y crea una nueva Agencia Federal.
El tratamiento comenzó en un clima caliente. "Con los tapones de punta vengo a informar...", arrancó su defensa del proyecto Diana Conti, como miembro informante del oficialismo. Lo de los tapones fue una clara referencia a su frase del mes pasado donde anticipaba cómo recibiría el oficialismo al fiscal Alberto Nisman en la comisión de la Cámara baja a la que no pudo asistir a explicar su denuncia por encubrimiento contra la Presidenta, porque apareció muerto un dpía antes. La legisladora argumentó que la reforma de la ley de inteligencia significaba un "salto de calidad institucional".
La siguiente oradora fue Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, quien criticó con dureza el proyecto de ley y le pegó por igual a funcionarios del Gobierno y a su antiguo aliado Fernando Solanas. "¿Por qué no eliminamos la SIDE? ¿Por qué no eliminamos esa banda de criminales?", se preguntó la líder de la Coalición Cívica.
El Diputado Nacional por la UCR, Mario Negri, afirmó tras la votación que "cuando cambie el Gobierno tenemos que impular una política de Estado para corregir esta ley (...) para impedir que los servicios de inteligencia estén al servicio del poder de turno para perseguir a la política o espiar a opositores".
A diferencia de lo que ocurrió en el Senado, donde diferentes bloques opositores no participaron del debate de la reforma de la ley de Inteligencia, anoche en Diputados estaban presentes representantes de las diversas fuerzas. Además del propio contenido de la ley y su tratamiento exprés, los opositores rechazaron que la Casa Rosada haya enviado el proyecto en medio del escandalo por la muerte de Nisman: acusaron al Gobierno de pretender "desviar la atención" de la causa judicial.
Uno de los puntos más cuestionados por la oposición es que la ley dispone la transferencia de todo el personal de la Secretaría de Inteligencia a la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Pero en declaraciones previas, la diputada K Teresa García, titular de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, dio ayer a entender que podría producirse una suerte de depuración en el organismo, que no surge del texto. La legisladora argumentó que podrían jubilar a los agentes que tengan la edad tope.
La oposición cargó contra otros costado polémico de la ley: que se traspasará a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) la Dirección de Observaciones Judiciales -es la responsable del sistema de escuchas telefónicas- a la Procuración General de la Nación, que encabeza Alejandra Gils Carbó, una figura abiertamente alineada con la Casa Rosada. "Que esa dependencia quede en manos de Gils Carbó es pasar de Guatemala a Guatepeor", graficó anoche a Clarín el jefe de la bancada de la UCR, Mario Negri.
Federico Pinedo, jefe de la bancada del PRO, rechazó la discrecionalidad que se establece para que la AFI borre documentación a la que no consideren ya útil. "Es una claúsula alarmante a la que hay que prestarle mucha atención pues permite destruir archivos y fortalecer la impunidad", consideró. A su turno, Claudio Lozano (UP), advirtió que se le da "más poder" a César Milani, jefe del Ejército y especialista en Inteligencia.
Convierten en ley los acuerdos polémicos con China
Por Laura Serra
Pese a los duros cuestionamientos que formularon sectores de la industria y del sindicalismo, el bloque oficialista de la Cámara de Diputados convirtió en ley anoche el polémico convenio marco de cooperación en materia económica y de inversionesentre la Argentina y China.
Entre otras cosas, este acuerdo permitirá que, a cambio de financiamiento del país asiático, nuestro país se comprometa a la compra exclusiva de tecnología china, permita el ingreso a la mano de obra de ese país y habilite la adjudicación de obras públicas sin necesidad de realizar una licitación.
Todo el arco opositor votó en contra de la iniciativa, pues, a su juicio, se le conceden amplios beneficios a China y se habilitan decisiones discrecionales al gobierno nacional. En las antípodas, el oficialismo exaltó la "alianza estratégica integral" con el gigante asiático, y enfatizó que el convenio modernizará la industria y facilitará el financiamiento de obras públicas. La pulseada la ganó la mayoría kirchnerista, como era previsible, que cosechó 133 votos a favor frente a 108 en contra.
En el mismo trámite, el oficialismo también aprobó otro controvertido acuerdo con China, el que prevé la instalación de una estación espacial de ese país sobre un predio de 200 hectáreas en Neuquén que contempla una exención impositiva por 50 años para los chinos. La oposición también rechazó esta iniciativa por considerarla una "inadmisible cesión de soberanía". "Esta base tiene una condición dual: civil-científica y militar", alertó Alberto Asseff (Frente Renovador) entre las voces que se opusieron.
La mayor parte del debate se lo llevó, no obstante, el acuerdo marco comercial con China, que le permitirá a Pekín invertir, con adjudicación directa y beneficios impositivos, en los más diversos sectores como energía, minerales, productos manufacturados, tecnología, agricultura, entre otros rubros.
Es así como, bajo este convenio, la Argentina y China ya firmaron una treintena de proyectos conjuntos; en la esfera económica se destacan la construcción de Atucha III y las represas Kirchner y Cepernic; la modernización del ferrocarril Belgrano Cargas; la compra de barcos y dragas; los proyectos de riego en la provincia de Entre Ríos, y la instalación de la Estación de Espacio Lejano. Además, se delineó un swap financiero de monedas por US$ 11.000 millones.
"Este acuerdo es un paso fundamental no sólo para el fortalecimiento de la relación bilateral con una importante potencia mundial, sino para el posicionamiento pleno de nuestro país en la multipolaridad", enfatizó el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el oficialista Guillermo Carmona.
COMPARACIÓN
El diputado kirchnerista insistió en que este convenio va en línea con los que, en su momento, suscribió el ex presidente Raúl Alfonsín con Italia y España. El diputado Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido mandatario, tomó el guante.
"Este acuerdo perjudica el interés nacional: se posterga la industria argentina en manos del capital chino", enfatizó el radical. En la misma línea, el jefe de su bloque, Mario Negri, atribuyó la firma del convenio "al contexto de debilidad por falta de financiamiento" de la Argentina. "Los chinos vienen con capitales, empresas, tecnología y mano de obra china y eso produce un desequilibrio en cualquier contexto de negociación", aseveró.
Sobre este punto, Federico Sturzenegger (Pro) precisó que el déficit en el comercio bilateral con China alcanza los 5800 millones de dólares. "En vez de buscar con este acuerdo ampliar mercados, el Gobierno quiso salvar el cepo, trocando swaps por adjudicación de obra pública", criticó. "Aquí hay una clara renuncia a las industrias argentinas en detrimento de los productos y de la tecnología chinas", advirtió Felipe Solá, del Frente Renovador.
A su turno, Margarita Stolbizer le achacó al Gobierno que, con este acuerdo, "hipotecará nuestro futuro y condicionará al próximo presidente".
Al cierre del debate, el diputado oficialista Roberto Feletti respondió a las críticas. "Es lógico que en esta etapa del comercio internacional la Argentina firme un convenio bilateral con China", enfatizó, y objetó a quienes insisten en privilegiar la relación con Estados Unidos.
Fuentes: Clarín, La Nación, Diario Hoy y LOP