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Paraná - 15-02-2015 / 11:02
LA 'URRIBARRIZACIÓN' DE LA CIUDAD DE PARANÁ

La cara del gobernador Sergio Urribarri, hasta en la sopa

La cara del gobernador Sergio Urribarri, hasta en la sopa
El sitio Entre Ríos Ahora denomina "La 'urribarrización' de la ciudad" a la avalancha de propaganda que se precipitó sobre Paraná, a horas del acto frente a la Casa de Gobierno.
 
Sucedió esta semana. Con la prolijidad que sólo puede tener una empresa publicitaria contratada para ese fin, la ciudad apareció cubierta de afiches con la cara del gobernador Sergio Urribarri.
 
"Sigamos construyendo la nueva Argentina. Urribarri 2015". Eso dicen los carteles que llenan paredes, que están puestos en los accesos a la ciudad, que compiten en cantidad y tamaño con las de cualquier candidato. Aunque no tanto.
 
La cartelería del Gobernador es amplia, profusa, colorida, invasiva. La cara de Urribarri está en el Parque Urquiza, en las veredas de las calles más coquetas de la ciudad, en las puertas de la Villa 351, en las columnas de alumbrado de los accesos, en los postes de los semáforos, en paneles que ocultan terrenos baldíos.
 
Hay gigantografías, y hay carteles más o menos razonables. Está en todos lados la cara del Gobernador.
 
La "urribarrización" de la ciudad es un fenómeno que despegó ahora, no se sabe bien por qué. Quizá las encuestas lo expliquen, pero las encuestas, si están hechas, están también bien guardadas. 

 
En la calle, en las esquinas, en los bares, en los almacenes, en las colas del supermercado, en la vereda, en la espera del banco, tomando mate a la tardecita, chateando al amanecer, yendo en colectivo, la gente habla de estos asuntos: el "sueño entrerriano", un título con mucho avaricia para un deseo tan chato.
 
El Gobernador tiene el norte en las presidenciales, pero el nombre del Gobernador no aparece en las encuestas nacionales; su candidatura no desvela a los comentaristas políticos de los grandes medios.
 
Los grandes medios no teorizan sobre escenarios posibles en los que el nombre del Gobernador suene por algún lado. El nombre del Gobernador no suena en esos lados.
 
Está el gobernador de Buenos Aires, el intendente de Tigre, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ahora el ministro de Interior, Florencio Randazzo. Pero no está el nombre del Gobernador de Entre Ríos.
 
Encima, aquí, se le está empiojando la mesa chica: no hay nombres para sucederlo, o si los hay, son demasiados, con demasiadas pocas chances, demasiado poco conocimiento, demasiada poca proyección.
 
No hay un candidato que se despegue del resto. Todos están más o menos pedaleando en el mismo lugar.
 
Y mientras eso sucede aquí, más allá, en el territorio nacional, el Gobernador no consigue hacer pie.
 
Y entonces se abraza a lo más doméstico, su provincia, y acá inunda las calles con su cara, empapela paredes con su nombre, y todos a su alrededor alientan el sueño: la estrategia se acerca peligrosamente a aquella historia del rey desnudo.
 
Fuente: Entre Ríos Ahora
 

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