Nacionales - 01-02-2015 / 12:02
La ex mujer de Nisman será la clave política
La ex mujer de Nisman será la clave política.
Del fárrago de especulaciones criminalísticas y judiciales contradictorias, en el que ha quedado sumergida una gran parte de la sociedad que sigue la investigación para determinar quién mató al fiscal Alberto Nisman, conviene separar la hojarasca detectivesca y hacer foco en la política.
No son, por cierto, cuestiones que se desconocen entre sí, porque Nisman fue hallado con un balazo en su cabeza luego de denunciar a la Presidenta de la Nación como vértice de una acción de encubrimiento a los supuestos autores del atentado terrorista a la AMIA, el más sangriento de la historia argentina.
Pero en las actuales circunstancias, al inicio de un año electoral decisivo para todos y en especial para el kirchnerismo gobernante, el caso Nisman tiene y tendrá un impacto político de profundidad desconocida. Ni el oficialismo ni la oposición podían imaginar que se produciría un acontecimiento semejante, capaz de construir un escenario -el post Nisman-, signado por los efectos de una bala.
La incidencia política del caso será diferente según quién haya disparado esa bala. Por eso, la idea de si fue un asesinato o un suicidio ya ha dejado el terreno de las hipótesis para convertirse en una disputa, en la que la ex mujer del fiscal tendrá un rol muy gravitante.
Desde hace tiempo, los militantes oficialistas cantan "... si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar". Nisman la tocó con su denuncia y con su muerte y así estamos.
Protagonismo
La jueza Sandra Arroyo Salgado, madre de las hijas de Nisman, dijo en el sepelio de su ex compañero que tiene la certeza de que "esto fue obra de otras personas, no sabemos de quién", y luego de cuestionar al Poder Judicial porque "no funciona como debería", habló de "un montón de presiones" y "cuestiones que debieran estar muy al margen" de la Justicia.
Esas afirmaciones, pronunciadas en un momento tan doloroso, causaron sin embargo satisfacción en el Gobierno, donde muchos funcionarios estaban desconcertados luego de que Cristina Fernández pasara de admitir un suicidio a inclinarse por un asesinato. ¿La ex mujer de Nisman está alineada con el pensamiento de la Presidenta?
¿Cree que al fiscal lo mataron como parte de una conspiración contra Cristina y que los autores serían sus enemigos las corporaciones judicial y mediática, sumadas a los servicios de inteligencia? ¿O piensa que fueron sectores fanáticos del oficialismo o de sus aliados iraníes que no toleraron la acusación?
Un funcionario relevante del Gobierno confía en la sintonía de Arroyo Salgado con la Casa Rosada y la ve con alivio. "Su papel será fundamental porque, además del lazo familiar con Nisman, es una jueza que puede cuestionar a sus colegas en la orientación de la causa", sostiene, y agrega: "Es creíble, y eso nos conviene".
Esa última afirmación está por verse, porque dependerá de cómo evoluciona la investigación. Pero lo que sí se sabe es que la jueza Arroyo Salgado siempre le ha sido funcional al Gobierno de Cristina.
Como ejemplo, vale recordar que es la magistrada que lleva desde hace años la causa por los hijos de la directora de Clarín, que el kirchnerismo denunció como de padres desaparecidos, y que pese a que todos los análisis científicos dieron negativos, ella se niega a cerrar el expediente. "Es por obediencia al poder político", sostiene un camarista que la conoce mucho.
Si la ex mujer de Nisman comparte la idea de la conspiración opositora que "le tiró un cadáver a la Presidenta", como aseguran en el kirchnerismo, la división en el Poder Judicial se profundizará más aún, y así será muy difícil que el caso se esclarezca.
Para abajo
El panorama es todavía más complejo porque, además de la investigación de la muerte del fiscal, la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros personajes del oficialismo, requiere otra búsqueda de la verdad. Allí se entrecruzan el dolor por los 85 muertos de la AMIA con los intereses con Irán. Cuestiones demasiado pesadas como para que la jefa de Estado las subestime, transmitiendo a la sociedad afirmaciones temerarias que no se condicen con la verdad.
Esta progresiva descomposición del poder kirchnerista tiene ya su reflejo en las encuestas. Dos adelantos de mediciones encargadas por el Gobierno, que estarán finalizadas este fin de semana, señalan una caída de entre el 8 y el 10 por ciento en la imagen de la Presidenta, ubicándola en el 25 por ciento. Una tercera consulta, que evalúan en el Frente Renovador de Sergio Massa, indica que la caída fue del 12 por ciento.
Desde hace tiempo, los militantes oficialistas cantan "... si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar". Nisman la tocó con su denuncia y con su muerte y así estamos.
Por Carlos Sacchetto
Fuente: losandes.com.ar