Nacionales - 30-01-2015 / 08:01
LO DIJO SU EX ESPOSA EN EL ENTIERRO
Despedida de Nisman con frase demoledora: “Sabemos que esto no fue decisión tuya”
Nisman ya no está, apareció muerto después de su denuncia. Quedan las 290 hojas de la imputación a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman, entre otros, por encubrir el atentado terrorista en la AMIA, el más sangriento de la historia argentina. La misma que presentó cuatro días antes de morir. O como sugiere la familia, de que lo mataran.
La ex esposa del fiscal Alberto Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, prefirió no improvisar. De luto, con una voz firme, leyó las páginas que había elegido para despedir al padre de sus dos hijas y a su compañero de vida durante diecisiete años.
En el cementerio, le hizo una promesa a su ex marido, que fue toda una definición. "Sé que confiás en mí para llegar a la verdad, porque ninguno de los que te conocemos creemos que vos hayas sido el hacedor de este final. Tenemos la certeza de que esto fue obra de otras personas, no sabemos de quién. Es muy difícil", se sinceró la jueza.
No hubo interrupciones y tampoco aplausos. Arroyo Salgado habló de "un montón de presiones" y "cuestiones que debieran estar muy al margen del Poder Judicial". Minutos antes había pedido perdón por ser parte de un poder que no funciona como debería. Sin embargo, lejos de la resignación, se mostró esperanzada: "Fue decisión de otras personas, pero vamos a llegar a la verdad". Entonces sí hubo aplausos de respeto, apoyo y emoción.
Como era de esperar, el entierro Nisman fue una ceremonia íntima pero a la vez cargada de emoción y de fuerte contenido político. Los restos fueron enterrados en el lugar denominado de los "mártires", como víctima, a metros de los fallecidos por el atentado a la AMIA. Esto reafirma el pensamiento de la familia, que descartó de plano la hipótesis del suicidio.
Elisa Carrió, Patricia Bullrich, Guillermo Montenegro y Hernán Lombardi, los pocos políticos que llegaron hasta La Tablada, se retiraron como llegaron: en silencio. A su lado se veían coronas con los nombres del candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, y el intendente de Jesús Cariglino. El colegio público de Abogados y el Ministerio Público enviaron las suyas.
El ensayista Santiago Kovadloff, una de las voces que precedió a la de la ex mujer de Nisman, tampoco dejó dudas. "La República vuelve a estar de duelo con este asesinato", dijo. El vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolf, apuntó -como el fallecido fiscal en su denuncia- al Gobierno de CFK y cuestionó el abuso de la ex SIDE que ahora la Casa Rosada denuncia. También le apuntó a Irán.
El presidente de la Asociación de Fiscales, Carlos Donoso Castex, fue el único que se animó a improvisar y tuvo que pedir disculpas porque las lágrimas y los sollozos le hicieron difícil mantener la compostura. Dejó para el final un poema sobre Nisman que escribió otro colega.
Vecinos -en su mayoría mujeres- se acercaron para despedir a Nisman. Entonaron el himno y reclamaron Justicia. Otros llevaron pancartas con duras críticas al Gobierno de CFK, en especial contra la procuradora Alejandra Gils Carbó.
Nisman ya no está, apareció muerto después de su denuncia. Quedan las 290 hojas de la grave imputación a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman, entre otros, por encubrir el atentado terrorista en la AMIA, el más sangriento de la historia argentina. La misma que presentó cuatro días antes de morir. O como sugiere la familia, de que lo mataran.
La Opinión Popular
"No fue hacedor de su muerte"
El sol del mediodía caía a plomo sobre el cementerio judío de La Tablada, aunque pocos de los presentes le prestaban atención. Entre lamentos y lágrimas, después de leer las dos cartas manuscritas que sus hijas le escribieron a Alberto Nisman, y con su ex esposo ya sepultado en la tumba, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado comenzó una larga catarsis personal que culminó en una frase demoledora."Nosotros creemos que (Nisman) no fue hacedor de su final", dijo.
De ese modo, expresó las dudas que la familia del fiscal aún tiene sobre la investigación oficial de la conmocionante muerte ocurrida hace once días.
"Como tu ex alumna, como colega del derecho y como trabajadora del Poder Judicial sé que también confiás en mí, y como magistrada debo pedirte perdón porque pertenezco a este poder, que no sé si está trabajando como se debe trabajar para llegar a la verdadera razón de este final", agregó la ex esposa de Nisman.
Fue la cuarta oradora de una ceremonia de la que participaron familiares, dirigentes comunitarios, allegados del Poder Judicial y unos pocos representantes del mundo político. "No sabemos quiénes fueron, pero confío en que toda aquella gente a la que yo pueda acudir me va a ayudar a hacer todo lo posible", prometió Arroyo Salgado.
No se trató, por cierto, de una expresión producto de la emoción y la pena. Disconforme con la labor de la fiscal Viviana Fein, a quien le critica no haberla esperado para realizar la autopsia de Nisman, Arroyo Salgado mostró en las últimas horas que está dispuesta a seguir paso a paso la pesquisa judicial, cuyas principales pruebas hoy se orientan a la hipótesis del suicidio de Nisman.
En las últimas horas, Arroyo Salgado solicitó que en un peritaje clave participe, además de la Policía Federal, el área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana. Se trata del análisis de los tres teléfonos celulares y las cuatro computadoras encontradas en el departamento del fiscal.
Según explicaron fuentes con acceso al expediente, a Arroyo Salgado le comentaron que la fueza de seguridad porteña en el último tiempo resolvió investigaciones donde pudo obtener importante información de redes sociales, GPS y geolocalización.
El resultado de estos peritajes es de suma importancia para saber con quién habló y con quién se mensajeó Nisman antes de morir. La fiscal Fein había ordenado el análisis, pero debió suspenderlo cuando Arroyo Salgado presentó un escrito en el que pidió que no se hiciera hasta que ella, como querellante, presentara un perito de parte.
Se espera que en las próximas horas la ex mujer de Nisman se dedique a fondo en auditar la investigación de Fein. Hasta ayer estuvo abocada a los trámites para lo que fueron el velatorio y el entierro.
LA CEREMONIA
En La Tablada, el de Arroyo Salgado fue el último de los discursos de una ceremonia íntima y emotiva, que duró una hora y media, y combinó picos de emoción dentro y fuera del cementerio.
Poco antes de las 10, y luego de más de doce horas de velatorio, el cuerpo de Nisman partió de la sala de la calle O'Higgins al cementerio de La Tablada. Bajo estrictas medidas de seguridad, fue despedido con aplausos por un centenar de vecinos que habían pasado la noche con carteles como "Todos somos Nisman" o "Nisman patriota", y críticas de tono subido hacia el gobierno nacional.
Las muestras de afecto se repitieron durante todo el trayecto, y también en las inmediaciones del cementerio, donde policías bonaerenses y seguridad de la AMIA impidieron el paso a periodistas de televisión y curiosos.
Nadie olvidaba, ni dentro ni fuera del cementerio, que el fiscal de la causa AMIA murió de un disparo en la cabeza la tarde del domingo 18 de enero, pocas horas antes de presentar en el Congreso su denuncia por encubrimiento contra la presidenta Cristina Kirchner; el canciller Héctor Timerman y los dirigentes kirchneristas Andrés Larroque y Luis D'Elía.
A las 11 el féretro llegó al cementerio. Su cuerpo, como lo indica la tradición judía, fue trasladado por seis varones desde la entrada hasta su lugar de sepultura. Allí, y sin cámaras ni fotógrafos a la vista, el rabino Marcelo Polakoff, a cargo de la ceremonia, procedió a cortar las prendas de los familiares directos como señal de duelo. Medio centenar de asistentes (de un total de no más de doscientos, según testigos) dieron una palada de tierra simbólica sobre el féretro, un rito que dio pie a los discursos.
Comenzó Waldo Wolff, vicepresidente de la DAIA. "Su paso por la vida ya es parte de la historia de la Argentina. La trágica muerte de Nisman no vino a hacer otra cosa que levantar los escombros de la AMIA y la DAIA, que hoy están tanto más lejos de encontrar justicia que aquel 18 de julio de 1994", dijo. Y agregó: "Somos muchos los argentinos que vamos a recordar a Alberto con afecto por sus virtudes, por su coraje, por su apasionamiento, por su atrevimiento y por su valentía".
Luego de las palabras del filósofo Santiago Kovadloff (ver aparte), y entre lágrimas, el titular de la Asociación de Fiscales y amigo de Nisman, Carlos Donoso Castex, leyó un poema escrito por un colega, en nombre de la familia judicial y del Ministerio Público. En el poema destacó el "ejemplo" de Nisman para con sus colegas.
Lo escuchaban, entre otros, las diputadas nacionales Elisa Carrió y Patricia Bullrich; los ministros porteños Guillermo Montenegro y Hernán Lombardi; la dirigencia de la AMIA y la DAIA, rabinos ortodoxos y liberales, y representantes diplomáticos del Estado de Israel.
Como cierre hablaron Arroyo Salgado y el propio Polakoff, que en un cuentro para Kala, la hija menor de Nisman, comparó a su padre con "una mariposa, que vive mucho menos que un cocodrilo, pero que lo supera en belleza".
Según el rabino dijo entonces, y más tarde reiteró a LA NACION, "Nisman nos dejó una bella brisa de esperanza y justicia para todos los argentinos".
Con la colaboración de Gabriel Di Nicola y Bárbara Komarovsky
ENTRE EL DOLOR Y LA BRONCA
"Vamos a tratar de que se llegue a la verdad; no creemos que vos hayas sido el hacedor de este final"
"Sé que confiás en que hay gente en nuestro ámbito que puede luchar por la verdad y la justicia"
"Como jueza debo pedirte perdón, porque soy parte de este poder. No sé si estamos trabajando como se debe".
Por Jaime Rosemberg, de La Nación
Por Guido Carelli Lynch, de Clarín
Fuentes: La Nación y Clarín