Cristina, que es un grito de sospecha; plantaron en la investigación a elementos cristinistas para demoler la denuncia del Fiscal, en vez de esclarecer el hecho...
 
Las encuestas son muy claras: más de 70% de los consultados creen que Nisman no se suicidó, consideran que el Gobierno de CFK tiene "algún tipo de responsabilidad" y no esperan que la Justicia pueda atrapar a los culpables, ya sea materiales y, menos, intelectuales del hecho.
 
El Gobierno de CFK actuó como suele actuar cada vez que hay una crisis: Primero se escondieron, después negaron, luego denostaron, tergiversaron y relativizaron, pasaron a acusar y transferir culpas y, por fin, se victimizaron. Es un mecanismo de defensa cuando se sienten acorralados. Buscan así licuar el costo político con otros protagonistas y señalar responsables o inventar complot; todos tiros por la culata que los hace más culpables de lo que, quizás, ellos son.
 
Los K ahora quieren hacer creer que se trató de una vendetta de los servicios de Inteligencia, una operación de alcance planetario en la que también intervendría -según la hipótesis oficial- la CIA norteamericana y el Mossad israelí. De seguir por este camino, en poco tiempo, el cristinismo terminará culpando de sus males a una confabulación intergaláctica.
 
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                  11:15  |  Martes 23 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
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Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 26-01-2015 / 08:01
INCERTIDUMBRE, DESCONTROL Y UN GOBIERNO EN RETIRADA

Caso Nisman: el gobierno de Cristina, cubierto con un temible manto de sospecha

Caso Nisman: el gobierno de Cristina, cubierto con un temible manto de sospecha
Cristina: “A medida que avanza la investigación de la muerte de Nisman se va comprobando lo que YO, argentinos y argentinas, les dije desde un primer momento. Fue un suicidio. No quedan dudas. Cada prueba que va apareciendo lo ratifica: alguien lo mató. Estamos ante un asesinato espantoso. Lo que todavía no sabemos es por qué el fiscal decidió quitarse la vida. O que alguien se la quitara. Sí sabemos que fue una decisión voluntaria, propia de la angustia que estaba viviendo. Por supuesto, YO, como todos y todas, me pregunto quién pudo inducirlo a tomar esa trágica decisión. Porque claramente, lo voy a decir con todas las letras, estamos ante un ¿suicidio?, un (siniestro) asesinato inducido, un suicidio cometido por alguien que no es el fiscal. ¡Que nadie pretenda confundirnos! En momentos como éstos conviene ser muy prudentes, no arriesgar hipótesis, no andar bartoleando. Seriedad ante todo. Siento un clamor popular que me dice: "Cristina, siga explicándonos usted lo que pasó. A usted le entendemos. Qué bien lo está haciendo. Si no fuera por sus cartas estaríamos totalmente despistados". Por Carlos M. Reymundo Roberts | La Nación.
  Se cumplió una semana de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que días antes de aparecer con un disparo en la cabeza había denunciando a Cristina Fernández por encubrir a terroristas responsables del atentado a la AMIA. El caso está envuelto en un cono de sombras. Hay muchas más dudas que certezas, lo que ha derivado en un escándalo político e institucional de proporciones que pone contra las cuerdas al gobierno de CFK.
 
Es tal el desconcierto, que los investigadores que todavía no pudieron determinar si Nisman fue asesinado o se quitó la vida. Acorralado, el cristinismo pasó en cuestión de horas de hablar de un suicidio relacionado con cuestiones personales a reconocer que se trató de un crimen con connotaciones políticas. A partir de esa primera hipótesis, los aplaudidores K salieron uno tras otro intentando desligar al cristinismo de la responsabilidad del hecho.
 
Pero ese análisis fue debilitándose a medida que se conocieron las conclusiones de algunos peritajes. Entre ellas, el resultado negativo que arrojó el barrido electrónico, una prueba clave que, de haber salido positiva, hubiera confirmado la hipótesis de suicidio. La incertidumbre se potenció, posteriormente, por el hallazgo de una tercera vía de acceso al departamento del fiscal fallecido.
 
A esa altura, la "historia oficial" no resistía el menor análisis y por eso Cristina tuvo que pegar el volantazo, que estuvo acompañado por la construcción discursiva, basada en su intuición sin ningún tipo de pruebas, de una supuesta conspiración internacional en su contra.
 
Si el Gobierno no tiene nada que ver con la muerte de Nisman, la forma en que actuaron, cómo no actuaron ni lo cuidaron, las declaraciones que realizaron, las  manipulaciones que hicieron y la virtual desaparición de Cristina, los cubrió con un temible manto de sospecha. Se auto incriminaron hasta niveles inimaginables.
 
Hicieron todo mal: Berni en la escena del crimen durante 5 horas, ordenando quién entraba y quién no al departamento de Nisman, trataron de imponer la tesis del suicidio desde el comienzo, para después, dar un giro de 180°; buscaron forzar como 'normal' el silencio de Cristina, que es un grito de sospecha; plantaron en la investigación a elementos cristinistas para demoler la denuncia del Fiscal, en vez de esclarecer el hecho...
 
Las encuestas son muy claras: más de 70% de los consultados creen que Nisman no se suicidó, consideran que el Gobierno de CFK tiene "algún tipo de responsabilidad" y no esperan que la Justicia pueda atrapar a los culpables, ya sea materiales y, menos, intelectuales del hecho.
 
El Gobierno de CFK actuó como suele actuar cada vez que hay una crisis: Primero se escondieron, después negaron, luego denostaron, tergiversaron y relativizaron, pasaron a acusar y transferir culpas y, por fin, se victimizaron. Es un mecanismo de defensa cuando se sienten acorralados. Buscan así licuar el costo político con otros protagonistas y señalar responsables o inventar complot; todos tiros por la culata que los hace más culpables de lo que, quizás, ellos son.
 
Los K ahora quieren hacer creer que se trató de una vendetta de los servicios de Inteligencia, una operación de alcance planetario en la que también intervendría -según la hipótesis oficial- la CIA norteamericana y el Mossad israelí. De seguir por este camino, en poco tiempo, el cristinismo terminará culpando de sus males a una confabulación intergaláctica.
 
La Opinión Popular

TRAMA POLÍTICA
 
Una muerte, inesperada mancha final
 
Primero, la acusación a la Presidenta de encubrir a Irán en el caso AMIA. Enseguida, la muerte del fiscal acusador. Frente al innegable cuadro de crisis que enfrentan el país y su gobierno, Cristina Fernández reaccionó con mezquindad personal y política. La defensa de su interés está puesto por delante, incluso, de la piedad que merece toda muerte.
 
Su actitud está orientada a disminuir del modo que fuera el costo político que debe afrontar. Ha puesto en esa ciclópea tarea defensiva sus mejores esfuerzos, las 5.086 palabras que abarcaron las dos contradictorias cartas públicas que difundió esta semana y el afán desmelenado de sus funcionarios y dirigentes.
 
Desde que el fiscal Nisman apareció muerto la Presidenta y su gobierno mutaron bruscamente su discurso. Pasaron del suicidio al posible homicidio. Nunca tuvieron el control de los hechos. Pocas frases muestran más la precariedad y el prejuicio que dominaron la acción oficial que ésta que Cristina Fernández escribió en su segunda carta: "No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas".
 
La Presidenta y su gobierno están convencidos de que todo forma parte de una conspiración poco menos que universal para perjudicarla. Puede entenderse desde cierta lógica de supervivencia. ¿Cómo seguir adelante si por un momento se acepta que, más allá de los móviles que pudieran tener las personas, hay hechos que son incontrastablemente ciertos? Mejor negar todo, cerrar los ojos, vociferar hasta aturdirse con el relato. La realidad puede ser insoportable.
 
La Presidenta y el kirchnerismo afrontan su peor momento en once años de poder. El final del mandato está a la vista. Es fácil entender el espanto ante la presunción de que estas acusaciones y esta muerte terminen siendo el sello que identifique el camino de salida, el registro que quedará en la historia.
 
Los hechos pueden organizarse alrededor del desconcierto político del Gobierno y la incompetencia de los funcionarios encargados de cuidar al fiscal Alberto Nisman. O también en torno de la infinita capacidad para el error y la irresponsabilidad, atributos que no pueden endilgarse sólo a este gobierno sino que son parte, indeseable y vergonzoza, de nuestro meneado ser nacional.
 
Además de la investigación de la muerte de Nisman en sí misma, hay tres ejes sobre los que circula la trama política de este tiempo.
 
 
La guerra de espías
 
El libreto que hoy usa el Gobierno como faro en la oscuridad de la crisis coloca al poderoso ex jefe de Contrainteligencia, Jaime Stiuso, como el gran titiritero que indujo a Nisman a presentar su acusación contra la Presidenta y después ordenó su muerte para cerrar el círculo del complot y el escándalo. Y detrás de Stiuso, las largas manos de la CIA y el Mossad.
 
Esta construcción olvida, sin ingenuidad, que Stiuso, desplazado por el descabezamiento de la Secretaría de Inteligencia en diciembre, construyó treinta años de poder en el submundo del espionaje. Y que once de esos años fueron bajo gobiernos kirchneristas. Así, acusar a Stiuso bordea la autoincriminación. Aunque contenta a sus viejos enemigos -civiles y militares- en la interna opaca y violenta de los servicios.
 
El objetivo del Gobierno es encarcelar a Stiuso. Ahora debe encontrar el sustento legal para pedir su detención. Ya dio un primer paso en esa línea: sus operadores judiciales detectaron una causa en la que hace poco más de dos años se había pedido la declaración indagatoria del espía.
 
La historia está llena de curiosidades. Esa causa fue abierta en octubre de 2012 por el secuestro de Enrique Alfonso Severo, un testigo del asesinato del militante trostskista Mariano Ferreyra. La procuradora Alejandra Gils Carbó encomendó la investigación al fiscal José María Campagnoli, el mismo al que después trataría sin éxito de echar por atreverse a investigar los manejos del empresario Lázaro Báez, de reconocido vínculo comercial con la Presidenta.
 
A Severo, un personaje resbaladizo, lo levantaron en Avellaneda y dijo haber estado las 20 horas que duró su secuestro dentro de una camioneta. Cuando reapareció sostuvo que su peripecia había sido "un mensaje para la Presidenta" y la vinculó a "poderes que están al lado del Gobierno".
 
 El fiscal Campagnoli acusó a los espías y pidió la indagatoria de Stiuso. Enseguida el caso pasó a la Justicia federal cambiando así de juez y de fiscal. Desde entonces ese expediente duerme, ahora sería reactivado.
 
Fuentes que conocen el universo de los espías sostienen que Stiuso estaría fuera del país. Antes de viajar pasó esta semana por Tribunales, para reclamar que se garantice la seguridad de su familia. El juez les puso custodia de la Policía Metropolitana.
 
Si el Gobierno busca de verdad identificar a sectores capaces de hacer un trabajo criminal en el departamento de Nisman, quizás debería reparar en todos quienes tienen esa temible capacidad operativa.
 
Los elementos desplazados de la Secretaría de Inteligencia están en la mira. Pero bien podría echarse un vistazo sobre servicios extranjeros. Y también sobre el sector más afín y que cuenta con más recursos: el que responde al jefe del Ejército, teniente general César Milani. Sería ingenuo, o perverso, suponer que la inteligencia sólo trabaja de modo unidireccional.
 
 
Las presiones sobre la Justicia
 
Desde que presentó su denuncia, a Nisman le llovieron ataques desde el Gobierno. Se le prometió el infierno cuando se presentara en el Congreso. Nunca llegó: murió el día anterior.
 
El primer discurso oficial habló de suicidio liso y llano. Después se sofisticó un poco la teoría: la comprobación de que la denuncia era una cáscara sin contenido lo llevó a tomar la fatal determinación, dijeron.
 
Cuando se cayó la hipótesis del suicidio, Nisman pasó a ser una víctima de poderes oscuros que lo controlaban. Pero ni siquiera muerto tuvo paz.
 
En su carta del jueves, donde puso rumbo a la hipótesis de asesinato, la Presidenta se preguntó: "¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida?" Fue como un carpetazo post mortem. De pésimo gusto.
 
Cuando el oficialismo atacaba a Nisman, la Asociación de Magistrados denunció "el contexto de extrema tensión y hostilidad" que había creado el oficialismo, que "resulta repugnante al respeto y sometimiento a la labor de la Justicia".
 
Producida la muerte del fiscal, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, se reunió con el jefe del cuerpo forense, Roberto Godoy; y con la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini. Significó el respaldo del Poder Judicial a quienes debían esclarecer el final de Nisman.
 
Lorenzetti le dijo a Palmaghini que le pidiera lo que necesitaba. Le ofreció un auto, recursos logísticos. La jueza lo rechazó. Sólo quiso que le consiguieran una caja fuerte para poner a resguardo todos los papeles de la investigación.
 
La jueza Palmaghini está formada en la carrera judicial. En Tribunales cuentan que tiene un carácter fuerte. Y que disfruta del reconocimiento de sus colegas. También a ella la Presidenta la atendió de refilón y sin nombrarla en su carta del jueves.
 
Más de una vez, en Facebook y Twitter, la doctora Palmaghini dejó escrito su cuestionamiento a posturas del Gobierno. El Gobierno la considera parte del enemigo. La jueza "fue imprudente", admiten sus amigos. Pero el fiscal Ricardo Sáenz, vicepresidente de la Asociación de Magistrados, dice bien: si la simpatía política fuese un impedimento, jueces y fiscales de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima deberían dejar de inmediato sus funciones. No parece que ello vaya a suceder.
 
 
Las contradicciones de la política
 
Los políticos saben adaptarse a los giros más imprevistos. Es el caso de los consejeros nacionales del PJ, convocados el jueves para difundir un comunicado de defensa de Cristina, con ataques a jueces, fiscales y medios. Dirigentes que estuvieron allí aseguran que la absoluta mayoría de ellos se enteró del contenido del documento cuando fue leído ante la prensa. El texto lo trajo cocinado y listo para servir Carlos Zannini. Casi todos los demás hicieron de comparsa. Nada nuevo.
 
En el ambiente había preocupación y poca información. Pero ni siquiera Julio De Vido, el ministro más cercano a la conducción del PJ, tenía mucho para contar. La cúpula del poder está cada vez más cerrada.
 
"Esperábamos que Cristina hablara, no que escribiera", dijo un consejero bonaerense. "La elección se nos viene encima, tenemos este lío terrible y seguimos sin definir un candidato", protestó un intendente.
 
En la sede justicialista circuló, discretamente, una encuesta de urgencia en la provincia de Buenos Aires. La había encargado el martes José Ottavis, dirigente de La Cámpora y miembro de la conducción del PJ. La hizo una consultora amiga del Gobierno. Mostró 10 puntos de caída en la imagen de Cristina.
 
Por Julio Blanck
 
Fuentes: Clarín, Diario Hoy, Urgente 24 y LOP
 

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23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que alguien se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, esto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la dictadura no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.
 
Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de trasmitir las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es abolir el Estado.
 
Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de ultra derechista La Libertad Avanza.
 
La Opinión Popular
 

22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

La Opinión Popular

21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


La Opinión Popular

20-04-2024 / 10:04
"El ajuste más grande de la historia", del que se jacta el Presidente, tiene sus notorias excepciones. Javier "el Loco" Milei ascendió al rango de ministros a su hermana Karina "la Pitonisa" Milei, al secretario Legal y Técnico, Javier Herrera Bravo, y al secretario de Prensa, Eduardo Serenellini. Más jerarquía y más sueldos en el gabinete mientras sigue el escándalo por el aumento de las dietas en el Senado y despuntan los reclamos en Diputados. Milei se rasga las vestiduras por el aumento de dietas en el Senado, pero asciende y otorga incrementos de sueldos millonarios a sus funcionarios.
 
Además, el directorio de la petrolera estatal YPF solicitó que la asamblea de accionistas apruebe una suba de honorarios millonaria, se aumentaran a $70 millones mensuales sus sueldos. Algunos directores representan al Estado nacional y provincias como el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, quienes propusieron quintuplicar sus salarios.
 
Se multiplican los recortes y el gobierno agita su cínico discurso bajo la consigna "No hay plata", mientras un decreto con la firma de Milei otorga rango de ministra, mayor jerarquía y un mejor sueldo a "el Jefe", como llama el propio presidente a su hermana Karina. Ocurre en la misma semana que la vocería a cargo de Manuel "Cara de Piedra" Adorni escaló de nivel y se convirtió en Secretaría dentro del organigrama del Estado. Festival de ascensos y salariazo en la Casa Rosada.
 
"Las personas a cargo de las Secretarías General, Legal y Técnica y de Prensa, dependientes de la Presidencia de la Nación, tendrán rango y jerarquía de Ministro", dispone el artículo 1º del decreto 337/2024 y, además de Karina, alcanza a Eduardo Serenellini y Javier Herrera Bravo. Dicho decreto modifica la Ley de Ministerios 22.520. De este modo, los funcionarios afectados por este decreto pasarán a percibir un sueldo de 3.584.000 pesos mensuales.
 
Esta misma semana, Milei había decidido empoderar a Adorni, quien también fue oficializado a través del boletín oficial para ascender de subsecretario a rango de Secretario de Estado. "Hay una diferencia creo. Es menor, pero creo que hay una diferencia", dijo el vocero presidencial en su habitual conferencia cuando lo consultaron sobre el aumento salarial que recibirá a partir del decreto.
 
"Se aumenta el salario Karina Milei. Se aumenta el salario Adorni. Se aumenta el salario Eduardo Serenellini, secretario de medios. Se aumentan el salario los senadores. Todos se aumentan, menos los jubilados y los trabajadores", marcó Gabriel Solano, legislador del FIT-U, a través de X (ex Twitter).
 
La resolución del gobierno también cosechó muchos cuestionamientos en las redes sociales, donde recordaron que Milei durante la campaña prometió aplicar la motosierra contra la casta política.
 
La Opinión Popular
 

20-04-2024 / 09:04
Con el helicóptero que lo llevó desde el aeropuerto de Bariloche hasta el hotel Llao Llao, Javier "el Loco" Milei sorteó las protestas de trabajadores y de los movimientos sociales, para exponer ante la crema y nata de las grandes corporaciones los "éxitos" de su política de licuadora y motosierra.
 
Ante ese auditorio complaciente no mencionó los enfermos de cáncer que han comenzado a fallecer porque el Estado los privó de sus remedios, ni los miles que padecen hambre porque dejó de enviar alimentos a los comedores populares, ni los más de tres millones de argentinos que envió bajo la línea de pobreza.
 
Los Ceos corporativos conocen esas cifras que no se dicen porque no les importan. No hay plata para las universidades públicas, pero hay 600 millones de dólares para comprar 24 aviones obsoletos sólo por complacer a Washington. Aplaudirán ese logro. Pisaron los aumentos salariales en las paritarias pero los cargos políticos del gobierno duplicaron los suyos, con aumentos disfrazados de ascensos de categoría. Más aplausos de las corporaciones.
 
Milei estuvo cómodo ante sus jefes y empleadores. Siente que se merece el agradecimiento de esos personajes tan distinguidos a los que ha calificado como héroes del capitalismo. Les pudo demostrar que tuvo el valor de enviar a la muerte, de hambrear y empobrecer a millones y de sustraerle a millones la posibilidad de superación al dinamitar la educación pública. Hay que ser muy valiente para animarse a destruir la vida de millones de argentinos. Aplausos de las corporaciones.
 
Milei estudió en universidad privada, no conoce las universidades públicas. Desde esa ignorancia las acusó de centros de adoctrinamiento marxista y calificó a los docentes universitarios de "salamines firmadores de cartas de indignación".
 
El Presidente expresó ese juicio. En consecuencia anuló fondos de financiamiento de la educación pública, -como el Fondo Nacional de Incentivo Docente- y congeló el presupuesto de las universidades durante más de un año, durante el cual hubo más de 280 por ciento de inflación, es decir, lo redujo a la tercera parte. Si se relaciona pensamiento y acción, la conclusión lógica es que el objetivo es la destrucción de la educación pública.
 
No hay razón para deducir otra intención. En las declaraciones cínicas del vocero Manuel "Cara de Piedra" Adorni -que fue uno de los favorecidos por la duplicación de sueldos en el gobierno- se lee el mismo desprecio. "No me van a decir que las clases en la universidad están en peligro por una factura de la luz", respondió a un periodista.
 
Anunciaron dos veces un aumento que nunca se pagó. Y la ministra de "Capital Humano", Sandra Pettovello, anunció un acuerdo con un aumento que se presentó como el 70 por ciento de todo el presupuesto. Pero no hubo acuerdo, y el supuesto aumento solamente abarcaba el 10 por ciento del presupuesto total.
 
Fueron anuncios engañosos que generaron títulos mediáticos mentirosos en un intento de desanimar a estudiantes y docentes interesados en participar en la gran convocatoria de autoridades, docentes, gremios y estudiantes a la marcha del 23 de abril en Plaza de Mayo, en defensa de la Universidad pública.
 

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