Nacionales - 27-11-2014 / 10:11
CORRUPCIÓN, LAVADO DE DINERO Y ENRIQUECIMIENTO PATRIMONIAL ILÍCITO
Crece el escándalo en torno a Cristina Fernández y su hotel
El juez federal Claudio Bonadio profundiza la investigación en el hotel de Cristina Fernández y trascendieron más irregularidades. Todo parece indicar que “Alto Calafate”, de la empresa Hotesur, es un "alojamiento fantasma". Existen sospechas de que se trata, en realidad, de un alojamiento ficticio que usó el matrimonio presidencial para hacer negocios turbios con Lázaro Báez.
La presidenta Cristina Fernández habla cada vez que puede de la "década ganada". Y ayer muchos argentinos entendieron de qué habla: en los últimos diez años, de acuerdo a las declaraciones juradas, su fortuna pasó de 7 a 75 millones.
Estos datos trascendieron en el marco de la investigación por las irregularidades en la empresa Hotesur, de la que la presidenta es dueña, y que conmueve los cimientos del Gobierno de CFK. Es que el juez federal Claudio Bonadio no se quedará con la "severa" multa administrativa de $3000 aplicada a la firma, sino que profundizará la pesquisa en la que se presume, encontrará oscuros vínculos.
Este nuevo escándalo que envuelve a los K se inició con una investigación periodística que la diputada del GEN, Margarita Stolbizer, convirtió en denuncia judicial. Tras "levantar la alfombra" y cotejar las declaraciones juradas de Cristina y los datos sobre esa firma en el Boletín Oficial, la legisladora enumeró una serie de irregularidades que la justicia deberá investigar.
"Parece que pisamos un hormiguero y salieron varios legisladores del kirchnerismo a defender a la Presidenta", aseguró Margarita, quien aclaró que "detrás de las irregularidades detectadas en Hotesur, el juez debe investigar tres delitos: corrupción, lavado de dinero y enriquecimiento patrimonial ilícito".
Para Stolbizer "con el dinero que le volvió a la familia Kirchner desde el empresario Lázaro Báez, por el sobreprecio pagado en obras públicas, se gestó una fortuna ilegal. No hay otra forma de explicar el crecimiento exponencial del patrimonio. Seguramente no lo hizo por ser una exitosa abogada".
La legisladora aseguró que "Lázaro Báez, investigado por la Justicia de cuatro países (Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Suiza), es socio de la Presidenta". Y que "Alto Calafate", un hotel de la empresa Hotesur, es un "alojamiento fantasma". Existen sospechas de que se trata, en realidad, de una pantalla que usaron los Kirchner para hacer negocios turbios con Báez.
En tanto, está comprobado que Hotesur no cumple con la obligación legal de presentar sus balances ante la Inspección General de Justicia desde 2011, y que la directora titular de la empresa era Romina Mercado -hija de Alicia Kirchner-, su suplente era Roberto Saldivia (abogado de Lázaro Báez) y el presidente era Osvaldo Sanfelice, socio de Máximo Kirchner en la inmobiliaria de Río Gallegos.
Como respuesta a las investigaciones de Bonadio, Ella exigió: "Quiero esa cabeza", y los ultra K reaccionaron corporativamente haciendo cola para guillotinar al juez. El recontra alcahuete senador nacional K, Marcelo Fuentes, presentó una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el magistrado, confirmando que la Casa Rosada va por la cabeza de Bonadio. Son de cuarta.
La Opinión Popular
UNA CAUSA QUE INQUIETA AL GOBIERNO
El juez pidió datos sobre otros negocios de la familia Kirchner
Incluyó al hotel Los Sauces en su causa y pidió documentos sobre los directores de Hotesur. Investiga si se usaron para lavar dinero de Báez.
El jueves 20, cuando allanó la Inspección General de Justicia (IGJ), el juez Claudio Bonadio no sólo quería recolectar la documentación de la empresa Hotesur, con la que los Kirchner manejan el hotel Alto Calafate. Según fuentes de tribunales, el magistrado también buscó información de otra sociedad con la que la familia presidencial controla uno de sus negocios patagónicos más emblemáticos: Los Sauces S.A. Es la firma que le da nombre al hotel boutique que Cristina construyó al lado de su residencia en El Calafate. La IGJ no tenía los papeles oficiales de esa compañía porque está registrada en un domicilio en Santa Cruz. Aun así, Bonadio quiere sumarla a su investigación sobre Hotesur para analizar también las finanzas de ese otro hotel de la Presidenta.
La causa Hotesur podría transformarse, entones, en una investigación sobre lavado de dinero, que avanzaría sobre los secretos de varios de los hoteles que los Kirchner explotan en Santa Cruz. El juez también tomará otras medidas de prueba sobre quienes manejan Hotesur y analizará la documentación de la firma que le entregó la AFIP. Ese delito se suma a los nombrados por el fiscal Carlos Stornelli en el requerimiento original: incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder.
A pesar de que la IGJ no tenía documentación sobre Los Sauces, igualmente llegó al juzgado de Bonadio una pista sobre el funcionamiento de esa firma. Quizá por algún descuido de los administradores contables o legales de los hoteles de los Kirchner, uno de los balances de Los Sauces apareció dentro del legajo de la IGJ que guardaba los datos de Hotesur, dueña en realidad del Alto Calafate.
Es una desprolijidad más, entre muchas, que se desprenden de las presentaciones ante el Estado que hicieron los Kirchner sobre una de sus empresas más importantes.
Clarín pudo saber en base a fuentes del caso que ese estado contable extraviado de Los Sauces no fue realizado con la rigurosidad profesional que establecen las normas de la IGJ.
Al igual que los balances de Hotesur, el de Los Sauces carecería de firmas de contadores, un requisito que probaría que fueron avalados por expertos en la materia: lo contrario sería un indicio de que se hicieron con prácticas descuidadas, y tal vez dudosas. La búsqueda del legajo de Los Sauces, que Bonadio hizo en el allanamiento de la IGJ, muestra que el juez pensó desde el inicio de la causa que su investigación podría no acotarse solamente a Hotesur.
Tanto el Alto Calafate como Los Sauces fueron explotados por los Kirchner con un método similar, siempre vinculado a los fondos públicos. El Alto Calafate fue regenteado hasta fines del año pasado por una sociedad del socio de la Presidenta, Lázaro Báez, llamada Valle Mitre. Mientras el empresario recibía miles de millones de pesos en contratos de obra pública, él a su vez alquilaba cientos de habitaciones del hotel K, que finalmente nadie utilizó, configurando una maniobra típica de quienes lavar dinero.
Báez está siendo investigado por blanqueo de divisas en causas judiciales de Suiza, Uruguay, los Estados Unidos y Argentina.
Los Kirchner, a su vez, delegaron la administración de Los Sauces a una empresa de otro constructor de obra pública, el recientemente fallecido Juan Carlos Relats. El empresario le alquilaba el hotel al matrimonio presidencial por una cifra millonario y él, a su vez, recibía contratos de obra pública.
Báez también está vinculado a Los Sauces. Uno de los terrenos donde se levanta parte del emprendimiento le pertenecía a él y ahora es de los Kirchner. Los Kirchner tienen cuatro hoteles en Santa Cruz. Tres son en El Calafate: uno es el Hotesur-Alto Calafate; el otro es Los Sauces, y el tercero se llama Las Dunas. El cuarto hotel K ese llama La Aldea y está ubicado en El Chaltén.
Por Nicolás Wiñazki
Fuentes: Clarín, Hoy en la Noticia y LOP