Nacionales - 21-11-2014 / 17:11
SERÁ EL JUEVES QUE VIENE Y AFECTARÁ COLECTIVOS, TRENES Y COMERCIO EXTERIOR
Los gremios del Transporte decidieron impulsar un paro contra el abusivo impuesto a las Ganancias
De chaleco, el portuario Juan Carlos Schmid comanda la reunión con Omar Maturano. Los acompañan Roberto Fernández (camisa de mangas cortas) y el camionero Omar Pérez, mano derecha de Hugo Moyano.
El Gobierno de Cristina Fernández afrontará la mayor protesta contra el abusivo impuesto a las Ganancias porque habrá una severa restricción en los servicios de colectivos y trenes de pasajeros, así como la actividad aeronáutica; el movimiento portuario, y otras áreas sensibles como la recolección de residuos, el traslado de combustibles y el clearing bancario.
Aunque no fue convocado como un paro, en los hechos se intentará un efecto similar. Es que los gremios involucrados prometieron adecuar la premisa a los horarios de mayor ingreso de trabajadores en cada actividad, de modo de lograr la mayor contundencia y la menor prestación de servicios posible.
El colectivero Roberto Fernández dijo que harán una "protesta responsable", el próximo jueves 27 de noviembre, de 4 a 7 horas, desestimando así un paro de 24 horas.
A la medida de fuerza, que no tendrá la forma de un paro tradicional sino la realización de asambleas en los lugares de trabajo, se plegará también el sindicato de Camioneros de Hugo Moyano, quien ayer mismo anticipó que la próxima semana reunirá a la CGT disidente para definir la convocatoria a una huelga nacional en caso de que no haya respuestas de la administración cristinista.
Pablo Micheli, que organizó la marcha de la CTA opositora ayer hacia Plaza de Mayo, adelantó que se viene un diciembre "conflictivo".
La Opinión Popular
Prometen paralizar servicios los gremios del transporte
El Gobierno afrontará el jueves próximo la mayor protesta contra el Impuesto a las Ganancias, con la anunciada paralización del transporte por parte de gremios de la actividad.
La medida consistirá en asambleas en los lugares de trabajo entre las 4 y las 7, pero en los hechos la consecuencia será una severa restricción en los servicios de colectivos y trenes de pasajeros, así como la actividad aeronáutica; el movimiento portuario, y otras áreas sensibles como la recolección de residuos, el traslado de combustibles y el clearing bancario.
La acción fue coordinada ayer por 22 organizaciones sindicales, tanto de centrales opositoras como oficialistas, para reforzar su queja contra el gravamen que pesa sobre los salarios de más de $ 15 mil en bruto -el grueso de la actividad está alcanzada por el tributo- y fortalecer la negociación de cada gremio por un bonus salarial de fin de año. El subte en principio quedará al margen de las protestas aunque los delegados de la línea B prevén impulsar alguna medida durante ese día.
Aunque no fue convocado como un paro, en los hechos se intentará un efecto similar. Es que los gremios involucrados prometieron adecuar la premisa a los horarios de mayor ingreso de trabajadores en cada actividad, de modo de lograr la mayor contundencia y la menor prestación de servicios posible. Así, en sectores como la recolección de residuos, el gremio de Camioneros moverá las horas de asambleas para hacerlas coincidir con el grueso de los recorridos.
La medida fue anunciada tras un plenario de dirigentes en la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Además del sindicato de colectiveros, que lidera Roberto Fernández, participarán de la acción los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad y los señaleros; los camioneros de Hugo Moyano; la Asociación de Aeronavegantes (AAA), los pilotos de Austral nucleados en UALA y los jerárquicos aeronáuticos de UPSA; el sindicato de portuarios (SUPA) y la Federación Marítimo Portuaria (Fempinra), y los recibidores de granos (URGARA), entre otros.
La protesta, que anticipó este diario, fue resuelta luego de una reunión que mantuvieron esta semana los referentes del sector con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, de la que se retiraron sin respuestas sobre la eventual exención del pago de Ganancias sobre el medio aguinaldo, y menos aún respecto de un aval oficial a los reclamos por adicionales salariales.
En la misma línea, la CGT oficialista de Antonio Caló, había resuelto el miércoles solicitar una audiencia urgente con Cristina de Kirchner tras advertir que, de no haber modificaciones en el gravamen, las paritarias de 2015 corrían riesgo de dispararse sin cauce alguno. Por su parte, Moyano anunció que reunirá hoy su CGT opositora con la chance de disponer de sus propias medidas de fuerza.
La entente de sindicatos del transporte es un anticipo de la casi segura reunificación de la CGT el año próximo. En la medida del jueves que viene habrá organizaciones alineadas con la Unión de Gremios del Transporte (UGATT), que comanda Omar Maturano (La Fraternidad) dentro de la sección oficialista, y otras que reportan a la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), que lidera Juan Carlos Schmid (Dragado) en la CGT de Moyano.
La protesta aspira a complicar centralmente el transporte de pasajeros, en tanto que el camionero aportará su clásica afectación económica. Además de paralizar la recolección, las asambleas harán lo propio con el movimiento de combustibles hacia las estaciones de servicio; el clearing bancario; la logística de las empresas de consumo masivo, e incluso el transporte fronterizo, con la promesa de actos a la vera de las rutas.
"Esto no es un paro, que quede claro. Las asambleas son una medida en señal de protesta por la negativa del Ejecutivo a abordar los problemas que nos aquejan a los trabajadores: la modificación de las escalas al Impuesto a las Ganancias, el pedido de que no se aplique al aguinaldo este impuesto al trabajo, y el bono compensatorio para los compañeros activos y jubilados", detalló Schmid.
Los dirigentes del transporte coincidieron con el diagnóstico de la CGT oficialista: alegaron que la falta de una adecuación de Ganancias implicará una distorsión sobre la próxima ronda de paritarias.
Por: Mariano Martín
Fuente: ámbito.com