Nacionales - 11-09-2014 / 09:09
CFK YA TIENE LA LEY PARA PAGAR LA DEUDA EN EL PAÍS
Diputados K convirtieron en ley el polémico cambio de sede para el pago a bonistas reestructurados
El cristinismo en la Cámara de Diputados consiguió 134 votos para aprobar el polémico proyecto de ley para cambiar de jurisdicción el pago de la deuda reestructurada al reunir 116 legisladores propios, 15 aliados habituales y tres opositores; en tanto que la mayoría del arco opositor se encolumnó en los 99 votos negativos y 5 abstenciones. La Cámara de Diputados sesionó durante 16 horas.
El cristinismo aprobó esta madrugada la polémica ley que prevé cambios en el lugar de pago de los bonos de la deuda externa, haciendo uso de la mayoría automática y disciplinada que ostenta junto a sus aliados.
Durante horas, la Cámara de Diputados de la Nación debatió acaloradamente el proyecto oficial, que propone que el pago de los bonos en default se realice a través de un fondo fiduciario controlado por el Banco Nación y no por medio del Banco de Nueva York, que se vio imposibilitado a girar los fondos argentinos a sus acreedores, luego del fallo estadounidense.
Una vez más la decisión del Gobierno conducido por Cristina Fernández deja al país en un lugar crítico: en esta ocasión al borde del desacato, que podría ser dictado por la justicia yanqui al intentar sortear el fallo del juez Thomas Griesa. El grueso de la oposición política calificó la medida como "innecesaria" y acusó al oficialismo de querer compartir las consecuencias políticas de su propio fracaso en la negociación con los fondos buitre.
En particular, el presidente de bloque de Unidad Popular, Claudio Lozano, rechazó la medida y pidió investigar la "legitimidad" de la deuda externa. "Como bloque nunca hemos votado un solo peso por la deuda porque nunca ha sido investigada. Gran parte de la deuda fue tomada por el sector privado y en la dictadura", aseguró.
El proyecto oficial no prevé ningún tipo de proceso para conocer cómo es que el país adeuda enormes sumas de dinero y avala su existencia sin siquiera preguntarse por qué el país es titular de tales acreencias.
"Siempre hemos estado en desacuerdo en la reestructuración pagadora que ha hecho el gobierno nacional, tanto en el 2005 como en el 2010", sentenció Lozano y calificó como "mentirosa" la quita del 70 por ciento en ambos canjes, dado que se trató de "una refinanciación sin quita a un interés del 13 por ciento anual con el bono PBI".
La sesión especial comenzó pasado el mediodía cuando el cristinismo obtuvo quórum sin inconvenientes, al reunir 138 diputados -siete más de los necesarios-, sumando a su tropa el inesperado aporte de Facundo Moyano, una de las más recientes incorporaciones del massismo. Otros opositores que dieron apoyo desde el arranque fueron el radical Eduardo Santín, los tres miembros del Movimiento Popular Neuquino, la ex piquetera Ramona Pucheta, y la fueguina Graciela Boyadjian.
La polémica disposición cristinista fue convalidada hace tan sólo una semana por el Senado y ayer recibió el despacho necesario para ser tratada en el recinto. A las 5:47, el cristinismo logró imponer su mayoría: el proyecto oficialista para cambiar de jurisdicción el pago de la deuda reestructurada tuvo 134 votos a favor.
Hubo 99 votos en contra: la mayoría de la bancada radical (excepto Santín), el PRO, Frente Renovador, Partido Socialistas, GEN, Frente Cívico de Córdoba, Compromiso Federal, Unión por Córdoba y Facundo Moyano (que comparte bloque con Plaini), entre otros.
La Opinión Popular
El kirchnerismo ya tiene la ley para pagar la deuda en el país
El kirchnerismo consiguió esta madrugada convertir en ley el proyecto para cambiar la sede de pago de la deuda externa y revocar el mandato del Bank of New York Mellon (BONY) como agente fiduciario, tras una maratónica y caliente sesión en la Cámara de Diputados.
El oficialismo tuvo el respaldo de un puñado de opositores como el moyanista Omar Plaini, el radical Eduardo Santín (que responde a Leopoldo Moreau) y los dos neuquinos que responden al también moyanista Guillermo Pereyra.
Así, con el aporte de sus habituales aliados más la ex piquetera Ramona Puchetta (una de las cartas del kirchnerismo para obtener quórum), la bancada que dirige Juliana Di Tullio reunió 134 votos (tuvo dos ausencias por temas personales) para darle sanción definitiva al proyecto.
Por la negativa se manifestaron 99 diputados: la mayoría de la bancada radical (excepto Santín), el PRO, Frente Renovador, Partido Socialistas, GEN, Frente Cívico de Córdoba, Compromiso Federal, Unión por Córdoba y Facundo Moyano (que comparte bloque con Plaini), entre otros.
Además, se destacaron las abstenciones de los diputados de Unidad Popular Víctor De Gennaro, Claudio Lozano y Antonio Riestra, la representante de Libres del Sur Victoria Donda y la legisladora de Proyecto Sur Alcira Argumedo.
Los diputados de la Coalición Cívica ARI Pablo Javkin y Fernando Sánchez se encolumnaron detrás de su jefa política Elisa Carrió y abandonaron el recinto muchas horas antes de la votación. También estuvo ausente, pero de toda la sesión, Margarita Stolbizer.
En tanto, el artículo 12 del proyecto, que establece la creación de una Comisión Bicameral investigadora de la deuda externa, fue aprobado también con 134 votos afirmativos, contra 95 negativos y seis abstenciones.
El debate
La jornada en la Cámara de Diputados empezó con calientes cruces en las cuestiones de privilegio y el debate puntual sobre el cambio de la sede de pago se inició cerca de las 14 del miércoles y se extendió hasta las 5.30 del jueves, casi 16 horas.
Antes, el oficialismo no había tenido dificultades para alcanza el quórum y abrió la sesión con 138 diputados presentes (nueve más de lo necesario). Para lograrlo contó con el apoyo de sus habituales aliados más Puchetta, Santín, Facundo Moyano y los tres neuquinos del MPN: Alicia Comelli (leal al gobernador Jorge Sapag) y Adrián San Martín y María Villar Molina (responden a Guillermo Pereyra). Plaini, que votó a favor, llegó más tarde.
El momento de mayor tensión del debate se dio durante el discurso de Facundo Moyano, que fue largamente insultado y silbado por los militantes kirchneristas que estuvieron en la tribuna. Pero lo que más molestó al sindicalista fue un provocación de Carlos Kunkel, a quien fue a buscar a su banca y casi se van a las manos.
Durante la madrugada la kirchnerista chaqueña Gladys Soto aludió a su par de Unión por Todos, Patricia Bullrich, y recordó su pasado como ministra de Trabajo de la Alianza, período en que se descontó un porcentaje de los sueldos a los empleados públicos y jubilados.
Esto provocó la reacción de la ahora macrista que recordó a los kirchneristas que integraron la Alianza, entre los que mencionó a Diana Conti, Carlos Raimundi, Martín Sabbatella, Débora Giorgi, Juan Manuel Abal Medina y Rafael Bielsa. "A mí no me molesta una barra. Me la banco, una barra, dos barras, tres barras, me la banco... a los de la Cámpora, a los de la Evita, me las banco a todas", gritó Bullrich ante los abucheos de militantes.
Juliana Di Tullio insistió hasta casi el momento de la votación para que la oposición acompañe el proyecto del Gobierno porque esperaba "tener una jornada de unidad nacional". Es que el Gobierno necesitaba dar una sensación de amplio apoyo para un proyecto clave, pero apenas pudo rescatar el apoyo de un puñado de opositores.
"Nosotros nos hacemos cargo de todo lo que hemos hecho. Este Gobierno no se endeudó, este Gobierno fue a reestructurar todas las deudas", agregó Di Tullio, quien remarcó que "la Argentina ha pagado sistemáticamente y ha demostrado su capacidad de pago durante estos largos años". Entusiasmado, Kunkel le besó la mano mientras daba su discurso.
En el cierre de la sesión, antes de la votación, los militantes kirchneristas que ocuparon las tribunas durante las casi 18 horas que duró la sesión, dieron la espalda al recinto cuando fue el turno de las exposiciones de los diputados de los bloques de la oposición. "Nos dan la espalda y estamos en el Congreso. Hago una reflexión a treinta años de democracia y no es culpa de los jóvenes militantes, sino la involución de la cultura de la política", dijo el titular de la bancada de la UCR, Mario Negri.
El cordobés Negri cargó contra el Gobierno por haber enviado la propuesta al Congreso al afirmar que "hay que involucrarlo al Parlamento en todo el trámite, no en un trámite legislativo hasta las 4 de la madrugada".
El macrista Jorge Triaca advirtió que "el Gobierno debe dar cuenta y respuesta por lo que han hecho" en los últimos once años sobre la negociación de la deuda externa y consideró que "se banalizó" la controversia generada con los denominados fondos buitre. Triaca apuntó que "este proyecto no es una solución definitiva y este capítulo no se cierra hoy", al tiempo que denunció que hubo "mala praxis sobre todo en la gestión judicial de este conflicto" con los holdouts.
Desde el massismo, Ignacio De Mendiguren aseguró que "el proyecto que presentó el oficialismo no va a resolver el problema integral que significa tratar todo lo que tiene que ver con la deuda". El industrial señaló que "es clave como cerremos este proceso" con los holdouts para obtener inversiones.
Durante la tarde, la jefa política de la Coalición Cívica ARI, Elisa Carrió, marcó sus diferencias con sus socios radicales en el Frente Amplio UNEN, y decidió no participar en la votación porque no quería "estar cuando se aplauda" su aprobación.
"Cuando votaron el acuerdo con Irán me dio asco cómo aplaudieron y hoy no me quiero volver a someter a ese asco, porque ustedes no tienen derecho a someternos a la vergüenza todos los días", insistió la legisladora, quien consideró que la propuesta otorga "impunidad" a Cristina Kirchner, al ministro de Economía, Axel Kicillof, y al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Además, recordó que la Presidenta aplaudió el default de Rodríguez Saá en 2001, cuando era legisladora.
A diferencia de Carrió, algunos se fueron pero volvieron para votar. Fue el caso de Sergio Massa, Julio Cobos y Martín Insaurralde, entre otros. El líder del Frente Renovador y el diputado kirchnerista llegaron casi juntos al recinto a las 4.35, al filo de la votación. El mendocino lo hizo un poco después, a las 4.51. Hubo otros que tampoco no aguantaron el sueño pero en vez de ir a sus despachos, dormitaron en sus bancas.
Fuentes: La Politica Online, Hoy en la Noticia y LOP