Nacionales - 19-08-2014 / 10:08
MÁS DE UN MILLÓN DE PESOS MENSUALES EN SALARIOS DE FAMILIARES NOMBRADOS EN EL ESTADO
Catamarca de Corpacci: feudalismo K en pleno siglo XXI
La “reina” Cristina y la “duquesa” Corpacci inauguraron, en el feudo K de Catamarca, una cooperativa que pocos días después fue vaciada. Corpacci gasta más de un millón de pesos en salarios de familiares nombrados en el Estado. Durante su gestión creció la desocupación y la pobreza.
La práctica no es nueva, pero el kirchnerismo ha hecho de ella una máxima que es necesario cumplir a rajatabla. Se trata de apoderarse de los bienes públicos y hacer un uso discrecional de ellos, casi como si se tuviese un derecho innato para hacerlo.
El Estado, entonces, se diluye y el Gobierno a cargo de su temporaria gestión se transforma ya no en un administrador, sino en su dueño. Los peligros detrás de estos mecanismos son inconmensurables: corrupción, ineficiencia, familias enteras enquistadas en el poder, mandatos que se suceden de unos amigos a otros como si se tratara de la realeza; en cualquier caso, la lista es larga.
El último domingo, una más de las tantas falacias del relato K quedó expuesta a la luz pública: según se informó, la gobernadora K de Catamarca, Lucía Corpacci, se adueñó de la provincia a tal punto que en sus pocos años en el poder nombró a 106 familiares y amigos, más o menos directos, en diferentes cargos públicos.
La lista es larga e incluye tres hermanos, dos cuñadas, 27 sobrinos, 19 primos y 15 familiares políticos, entre otros miembros de la familia y amigos. En todos ellos, el Estado provincial gasta más de un millón de pesos mensuales en concepto de salarios: 1.256.932 pesos, para ser exactos.
La suma es desorbitante y lo es mucho más aún si se tiene en cuenta que un salario promedio en la empobrecida Catamarca ronda en los 5 mil pesos por mes, mucho más abajo de los casi 12 mil que, en promedio, reciben los "trabajadores" de la beneficiada familia de la Gobernadora.
La provincia posee uno de los índices de pobreza más altos del país y la capital provincial ostenta uno de los más tristes récords: de acuerdo a los últimos resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), es la localidad con el mayor índice de desempleo del país.
Uno de sus primeros actos de gobierno fue anunciar con bombos y platillos la reapertura de una fábrica recuperada en la capital provincial.
Se trataba de Encata, una empresa que iba a dedicarse a producir envases plásticos para el mercado interno argentino. La puesta en escena incluyó máquinas nuevas, trabajadores emocionados y cientos de militantes kirchneristas, todos expectantes por la visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien llegaba hasta la postergada provincia para respaldar a su candidata y anunciar un nuevo logro K.
Sin embargo, la felicidad que embargaba a todos aquel 23 de febrero de 2011 duró poco. Escasos días después del anuncio, la reluciente fábrica fue vaciada por completo y, otra vez, decenas de trabajadores quedaron en la calle. Tres años después, muchos aguardan con esperanzas la reapertura de su lugar de trabajo.
Las grietas en el relato K son cada vez mayores. Una vez más queda claro que la narración construida en los diez años de la falsa década ganada es simplemente eso, una historia de ficción a la que la realidad no para de desmentir.
La dinastía Saadi
Lucía Corpacci llegó a la gobernación de Catamarca tras desempeñarse como senadora nacional.
La funcionaria es prima del cuestionado exgobernador justicialista Ramón Saadi, quien ejerció el cargo de 1983 a 1987 y entre 1988 y 1990; el cual, además es hijo de Vicente Saadi, quien también ejerció la gobernación y fue senador nacional.
Los Saadi conformaron una auténtica dinastía que, sin embargo, debió dejar el poder en medio del escándalo por el crimen de María Soledad Morales, muerta en manos de los hijos de renombrados funcionarios catamarqueños. El caso desnudó la complicidad de las altas esferas del poder político y puso de manifiesto las prácticas semifeudales que regían en todo el norte argentino.
Fuente: Hoy en la Noticia