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                  16:45  |  Jueves 25 de Abril de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná
Groucho Marx dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". En ese punto, Javier Milei es marxista.
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Nacionales - 30-07-2014 / 08:07
BANCOS PRIVADOS ARGENTINOS BUSCAN SU TAJADA

Posible acuerdo del gobierno de CFK con los buitres

Posible acuerdo del gobierno de CFK con los buitres
La Presidenta ha llevado al país a un abismo innecesario, sólo para escribir el relato una historia que nunca existió. Si a Cristina no le importaba una cesación de pagos, ¿para qué presionó a los bancos para que juntaran esa cifra? ¿Es, acaso, una decisión voluntaria de los bancos? ¿Es un negociado? ¿No podía el Gobierno negarse a recibir ese aporte, que tendrá que devolver más pronto que tarde? ¿Para qué viajó a Nueva York el ministro Kicillof si sólo se hubiera tratado de un acuerdo entre bancos privados y los fondos buitre? ¿Qué les dirá Cristina a los presidentes sudamericanos, a los que les pidió solidaridad sin condiciones frente a su guerra supuestamente firme y ciega, si hoy se firmara un acuerdo con los holdouts?
El gobierno de Cristina Fernández perdió el juicio y le deberá abonar a los buitres de la manera que sea: con bonos y a un plazo a determinar, con la intermediación de algún banco que podría comprar toda esa deuda y luego negociar con el Gobierno, o con el establecimiento de algún mecanismo de garantía que permita a nuestro país terminar de saldar a comienzos del 2015, cuando deje de tener efecto la cláusula RUFO que protege a los bonistas.
 
Cristina giró centímetros antes de estrellarse contra una pared: el país no entraría hoy en default y tendrá plazo para negociar cómo pagará el juicio que perdió. El Gobierno se despegó de la solución: la plata la pondrán los bancos "generosos", uno de los sectores más beneficiados por el modelo económico K, y el stay lo pedirán los buitres "comprensivos".
 
La apariencia (que es lo que realmente le importa al cristinismo) indicaría que el Gobierno ganó con sólo decir que no. La trama oculta de la verdad es muy distinta. La administración K recurrió a los bancos locales y los fondos buitre no pidieron la cautelar mientras no tuvieron una garantía en dinero contante y sonante. El resultado real es una derrota. Dólar más, dólar menos, el juez Thomas Griesa habrá logrado así que CFK pague la deuda con los buitres.
 
Bancos privados, amigos del kirchnerismo, se metieron en la negociación con los fondos buitres. Ofertaron 250 millones de dólares como garantía. Casi al borde de la cesación de pagos, directivos de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA), anunciaron que oficializarán en Nueva York una "oferta de compra de toda la deuda en litigio" que tiene la Argentina con los holdouts.
 
El dinero de la "vaquita" del banquero Jorge Brito serviría para mostrar voluntad de pago y convencer al juez Griesa que reponga una medida cautelar hasta 2015, para que el país pueda negociar sin riesgo de ejecución. La oferta permitió que haya un principio de entendimiento entre el gobierno de CFK y los buitres que, una vez más, resultará leonino para el país.
 
Obviamente, el peor escenario para el país es entrar en default, pero existen indicios de que durante un mes se montó una puesta en escena para intentar justificar, con el "relato K", este negociado. Es decir, se llevó al extremo la situación, al punto de estar muy cerca de una cesación de pagos que retrotraería al país a un escenario muy parecido al de 2001 cuando se declaró el primer default, para que los banqueros terminen haciendo oscuros negocios con el poder político.
 
Al final, quién diría, fueron "las corporaciones" las que terminaron salvando al  "modelo nacional y popular". La Patria Financiera, que es el sector que más enriqueció en la década depredada K, en base a la usura y a la especulación, le tiró una soga al gobierno de Cristina. Obviamente no lo hicieron por espíritu solidario, sino por el vil metal.
 
De hecho, la deuda que asumirían los bancos será pagada con la sangre, el sudor y las lágrimas de las próximas generaciones de argentinos, que deberán hacer grandes esfuerzos para intentar poner en marcha un aparato productivo que hoy se encuentra desbastado, debido de una economía que sólo favorece a los amigos del poder, entre ellos a los banqueros.  
 
La deuda externa, ilegal y fraudulenta, que se está pagando y se seguirá abonando, nunca fue sometida a una auditoría independiente que determine qué es lo que realmente le corresponde pagar al país y qué es lo que constituye el fruto de los infames negociados que se vienen tejiendo desde 1976 hasta la actualidad. De esta manera, el pueblo argentino carga con un ancla cada vez más pesada.  
 
La Opinión Popular

LA PELEA POR LA DEUDA
 
Cristina quiere una victoria a cualquier precio
 
Cristina Fernández siente que, tal vez, esté librando su última gran batalla política antes de la despedida. Cualquier resultado de esa batalla pretenderá ser presentado como una victoria, práctica o virtual. La profusión de carteles en el centro de la ciudad habrían reflejado ese sentimiento: "Ayer Perón o Braden; hoy Griesa o Cristina", rezaron.
 
El conflicto con los fondos buitre ha colocado al Gobierno con su retórica a fuego: despotrica contra la usura internacional, contra el capitalismo salvaje y predica también por un orden económico más justo. Enfrenta, por otro lado, a republicanos y demócratas, a quienes la Presidenta acusa de ser cómplices de los holdouts para dañar a la Argentina.
 
La Presidenta aguardó las horas cruciales de la negociación con los fondos buitre en EE.UU. desde el escenario que mas le cuaja. Estuvo en Caracas, en el encuentro del Mercosur, donde cosechó solidaridades políticas por la pelea. Les advirtió a los holdouts que podrían ingresar al canje de la deuda, como los demás bonistas. Se ocupó de recalcar que Thomas Griesa es un mal juez porque no preserva el principio de igualdad ante la ley.
 
Cristina armó su estrategia en todo este tiempo bajo tres principios. Un desarrollo apresurado de su política exterior; la identificación de Griesa como gran enemigo nacional y el claro predominio de su relato dentro de la política doméstica.
 
Los respaldos regionales ante el conflicto con los buitres resultaron abundantes. Incluso de foros como la OEA, la Cepal, la Celac y el Grupo de los 77 mas China. Pero, quizás, los aspectos políticos eficaces del plan hayan tenido que ver con el magistrado del distrito de Nueva York y con la oposición partidaria doméstica, temerosa y muda.
 
El progreso del pleito casi hasta las orillas del default de la Argentina habría empezado a trasuntar ciertas incomodidades de parte del juez.
 
Las críticas en las últimas horas en torno a su fallo que obligaría a nuestro país a pagar US$ 1330 millones a los buitres -e impediría el cumplimiento con el resto de los bonistas que aceptaron los canjes del 2005 y 2010- se fueron extendiendo y alcanzaron expresiones sorprendentes.
 
Fueron, por caso, las de The New York Times y The Financial Times. En el fondo, ambos medios periodísticos se hicieron una pregunta similar: si el veredicto de Griesa podría encerrar el riesgo de demostrar ineficacia de la justicia estadounidense para resolver conflictos derivados de bonos emitidos por países emergentes bajo su jurisdicción.
 
Griesa dejó fluir señales de sentirse sometido a una fuerte presión aún antes de esas opiniones periodísticas. El juez, luego de la venia que concedió la Corte Suprema de EE.UU., pudo haber dispuesto que se ejecutara la sentencia en contra de nuestro país. Pero prefirió abrir una instancia de negociación entre los bandos en pugna, a través de su delegado mediador, Daniel Pollack. Luego resolvió bloquear los fondos girados por Axel Kicillof (US$ 536 millones) para el pago a los bonistas.
 
Aunque tampoco los utilizó para satisfacer el reclamo, con sentencia firme, de los buitres. Por último, a dos días del hipotético default, permitió el pago de bonos en pesos y dólares emitidos bajo ley argentina.
 
Lo hizo a pedido del Citibank, entidad que adujo que perjudicaba la posición de Repsol, compensada hace poco por el gobierno kirchnerista por la expropiación de YPF. Todas señales que parecieron denotar que Griesa agotaba las instancias.
 
El kirchnerismo, más allá de los resultados obtenidos, tomó el camino menos pudoroso para su combate contra Griesa. Lo acusó por su vejez (tiene 83 años) y, supuestamente, por no estar en sus auténticos cabales.
 
Pero más allá de las sustancias de su fallo, que quizás no calibró bien, Griesa se habría apoyado en un precepto difícil de ser refutado: que un deudor está obligado a pagar a sus acreedores y que no podría discriminar entre ellos. Esa es una cuestión que, mirando las frenéticas negociaciones de las últimas horas habría quedado fuera de discusión.
 
La Argentina le deberá abonar a los buitres de la manera que sea: con bonos y a un plazo a determinar, con la intermediación de algún banco que podría comprar toda esa deuda y luego negociar con el Gobierno, o con el establecimiento también de algún mecanismo de garantía que permita a nuestro país terminar de saldar aquella cifra millonaria a comienzos del 2015, cuando deje de tener efecto la cláusula que protege a los bonistas.
 
También es cierto que el litigio del Gobierno con Griesa se presentó como una novedad, aunque llega bien añejado. El juez neoyorquino falló en contra de la Argentina hace dos años y medio, cuando la situación de la administración de los K no era la actual.
 
Cristina llegó a ese traspié con malos antecedentes: acumulaba conflictos en el Banco Mundial (Ciadi), expropiaba empresas petroleras (YPF) y desoía las sugerencias para acordar con el Club de París.
 
Esas materias pendientes fueron cursadas en este semestre, cuando la economía ingresó en un tobogán y el kirchnerismo hurgó la posibilidad de financiarse en los mercados internacionales.
 
El apuro para encarar esos problemas induce siempre a inevitables improvisaciones. Se advierte también en la forma en que Cristina comandó las operaciones actuales con un viaje de Kicillof a Nueva York de último momento.
 
Aquellas improvisaciones insumen costos políticos y financieros para la Nación. El ministro de Economía, precisamente, debió revelar la carga del trato con el Club de París. Ante la persistente demanda opositora admitió que, entre intereses y punitorios, el Gobierno deberá pagar casi el doble del capital original (US$ 4700 millones). Una deuda que escaló entre el 2004 y el 2014, casi todo el tramo de la presunta década ganada.
 
Por Eduardo Van Der Kooy
 
Fuentes: Clarín, La Nación, Hoy en la Noticia y LOP

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25-04-2024 / 09:04
El guarango presidente de la Nación, Javier "el Loco"  Milei, brindó un verdadero stand up en la cena anual de la ultra liberal Fundación Libertad, en la que por momentos provocó vergüenza ajena, inclusive entre los comensales que no podían creer lo que estaban escuchando. Milei se reencontró con Mauricio Macri, celebró su ajuste neoliberal feroz, hizo chistes groseros y bizarros (todos malos) y se burló de economistas y sectores opositores.

"¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a crecer como pedo de buzo", afirmó insólitamente Milei y se llevó los aplausos de los trolls rentados libertarios que estaban en la sala. Luego Milei apuntó contra Carlos Melconian
, de quien se burló con una imitación de su voz porque es crítico de su gestión: "se equivocó feo". "Qué quieren que les diga si había uno que decía no podés dolarizar si no hay fideos, no hay tuco... Es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error", aseveró Milei. Claro, la frase y el tono de Milei cayó mal en la gente y eso le molestó al Presidente: "Si los que están murmurando se comieron el verso, lo siento. Im So Sorry, la vida es así", completó.


El stand up de Milei fue insoportable. No cabe otra definición. Ya seguirlo por YouTube resultaba tortuoso. Imposible imaginar tener que verlo en vivo. Fue por eso que los medios afines al Gobierno anarco capitalista rápidamente lo sacaron del aire. Cuando no habían pasado ni 20 minutos del inicio, tanto TN como LN+ continuaron con su programación habitual. Las arengas libertarias de "el Loco" parece que van perdiendo rating.

Milei habló de su propio ajuste. Lo celebró repitiendo las mismas falacias e invenciones que viene diciendo desde el 10 de diciembre e incluso desde antes. En ese auto-elogio delirante, comparó a Luis Caputo y Patricia Bullrich con Lionel Messi, haciendo rechinar los oídos de más de uno. Milei ya camina sobre terreno resbaladizo. La prepotencia y los chistes malos tienen su lado "delarrúesco".
 
El discurso de este miércoles pareció hecho dentro de una burbuja de gas. Un discurso de casta, ajeno a la dura realidad que sufren las mayorías populares con el áspero golpe que ya representan los nuevos tarifazos. A una pobreza que se extiende de la mano de la recesión, por más que el presidente celebre el relativo enlentecimiento de la inflación.
 
En la cena de la Fundación Libertad, Milei eligió hablar de miles de cosas para no hablar de lo evidente: el enorme golpe político a su Gobierno que significó la masiva marcha universitaria. El presidente apenas musitó la frase "causa noble" para aludir elípticamente al reclamo que este martes llevó a un millón de personas a las calles de todo el país. Un golpe político que cambió de discurso, pasando de la prepotencia al lamento.
 
Este miércoles Milei habló como si viviera en una nube de gas. Esa arrogancia se vio muchas veces en la política argentina. Gobiernos civiles y regímenes militares completamente disociados de los intereses y deseos de las mayorías populares. El resultado, fue, muchísimas veces, la rebelión popular. La lucha en las calles. La emergencia de la clase trabajadora, la juventud y el pueblo pobre como actores combativos de un cambio profundo de la sociedad. La arrogancia de Milei pavimenta el camino en esa dirección.
 
La Opinión Popular

24-04-2024 / 10:04
La Marcha Federal Universitaria reunió a un millón de personas en todo el país. Fue en defensa de la universidad pública y desbordó las calles y avenidas porteñas transformándose en un hito de rechazo al irracional ajuste anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei. Encabezados por docentes y estudiantes, cerca de un millón de personas en todo el país hizo naufragar el operativo represivo con el que amenazó la macrista Patricia Bullrich, que se quedó con las ganas de reprimir.
 
La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno libertariano de Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor.
 
El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como "héroes" que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.
 
El gobierno despreció esta marcha porque -dijeron- la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. "Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios", dijeron por la televisión. Y Bullrich la calificó de "rara". Defender la universidad gratuita que el gobierno quiere cerrar es "raro". Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.
 
Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.
 
La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza, Paraná y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.
 
Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. El Loco Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2024 / 10:04
Finalmente, habrá que tomárselo en serio. El presidente Javier Milei es un loco. Por lo general, estas personas tienen una relación de literalidad con las palabras. No es broma cuando dice que quiere destruir el Estado. Ese es su objetivo y, a menos que el pueblo se lo impida, lo concretará con el ahogo económico más una campaña de desprestigio. El inaudito ataque a la educación y la universidad públicas intentan tapar el desastre económico. Hoy 23 de abril, Milei conocerá el juicio que las medidas de su gobierno están concitando en amplias franjas sociales, políticas, intelectuales y culturales. La mejor encuesta.
 
Milei, como es sabido, tuvo una carrera académica mediocre, incompleta y de irregular desempeño en entidades privadas, cuyos "logros" son hasta el momento desconocidos. Con su religión privatista y ultra individualista, odia a la universidad pública. Su saña contra las universidades públicas comenzó apenas asumió la presidencia, cuando repitió el presupuesto de 2023 para las casas de estudios. La Universidad pública está siendo amenazada por un grupo fanático, dotado de un liberalismo ultramontano, que ocupa circunstancialmente la Casa Rosada, ese reino actual de la improvisación, la insensatez y los intereses espurios vinculados a las clases más ricas de la sociedad.
 
Con una inflación anual cercana al 300%, el congelamiento del presupuesto significa una reducción del 72%, como lo afirma el último informe del Centro de investigación de la Economía Nacional (CIEN), instituto que monitorea los presupuestos universitarios. En lo que va del año, los docentes ya perdieron un 50% de sus ingresos, a lo que se agrega el desmantelamiento del Conicet y la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
 
A esa política de ahogo económico, se le suma la campaña de desprestigio. Con la letanía del "adoctrinamiento", Milei pretende deslegitimar una de las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, con tres universidades (las de Buenos Aires, Córdoba y La Plata) en el podio de las 100 mejores universidades del mundo. Con esa insolencia típica de la ignorancia, impugna el supuesto "adoctrinamiento" socialista que aquejaría a estas últimas. Desde la nefasta dictadura cívico-militar genocida no se escuchaban semejantes idioteces y necedades.

Siendo un faro científico-cultural en toda la región, las universidades nacionales tienen su propio sistema de gobierno basado en la autonomía, la autarquía y el cogobierno, base del trípode de enseñanza, investigación y extensión que les legara la Reforma Universitaria de 1918. Por supuesto, un sistema que está muy lejos de imponer las verdades reveladas que inspiran al Presidente, una megalomanía que rinde culto a los próceres de la "neorreacción global" como Murray Rothbard y Von Mises, cuyo único objetivo es destruir el Estado.

Desde hace años, quienes defendemos las universidades públicas las defendemos en las aulas, en los laboratorios, en los claustros... Hoy nos toca defenderlas en la calle. Marchemos este martes 23 de abril todos por las universidades públicas. Habrá movilizaciones en todo el país protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que defienden la educación pública. Y también contra la nueva Ley Ómnibus, la reforma laboral y el plan hambreador de saqueo y ajuste de la ultra derechista La Libertad Avanza
, que nos quieren pobres e ignorantes para manipularnos mejor.


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22-04-2024 / 10:04
Hace diez días se conoció el ranking universitario mundial QS 2024: entre las mejores 150 carreras del planeta, hay 28 de universidades argentinas. El jueves apareció otra lista, de la consultora británica Quacquarelli: la UBA quedó entre las 100 mejores universidades del mundo. Esa misma institución reconocida a nivel internacional, con más de 320 mil alumnos, hoy batalla junto a las 69 universidades e institutos universitarios del país por sobrevivir.
 
En esa lucha in crescendo contra la asfixia presupuestaria del gobierno de Javier "el Loco" Milei, el martes será un punto de inflexión. La Marcha Federal del 23 se convertirá en la primera movilización transversal contra el ajuste de la administración neoliberal libertaria que alcanza a todo: jubilados, pacientes oncológicos, comedores, científicos. Y universitarios. La movilización, de tintes históricos, será en todo el país, pero el epicentro estará en CABA. Bajo el lema "En defensa de la educación pública".
 
La asistencia está lejos de ser puramente universitaria: además de estudiantes, docentes y graduados, prometieron estar las centrales obreras (desde la CGT a las CTA), organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y partidos políticos. Dirigentes como Sergio Massa y Axel Kicillof confirmaron que marcharán. No solo el presente está en juego: si algo representa la educación, es el futuro y el desarrollo de un país.
 
La Marcha Federal convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la Federación Universitaria Argentina y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores del país, "será inédita por esta unidad impensada 15 años atrás", declaró el titular del CIN, Victor Moriñigo. Y acotó: "Mientras eligen a universidades argentinas en el mundo, acá no financian la educación. Es muy raro. Todo el mundo nos pregunta por esto".

La posición del Ejecutivo fue de intransigencia. Un delirante Milei hablando de dar la "batalla cultural" contra el "adoctrinamiento" de las universidades públicas, y el ejército troll atacando al sector. El designado subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, lejos de buscar conciliación apoya la teoría ideológica del "adoctrinamiento". Álvarez dedicó las últimas horas a llamar personalmente a cada uno de los rectores de las universidades nacionales para que se bajen de la marcha. "Promete cualquier cosa con tal que nos bajemos
, está desesperado", relató uno de ellos.


Mientras Álvarez busca conciliar posiciones con representantes de las universidades, el presidente fue muy agresivo en redes sociales. Milei replicó decenas de posteos que insultan a la universidad pública. Milei pretende un país mucho más dependiente del capital extranjero, de EEUU y sus aliados: Gran Bretaña e Israel, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y la ignorancia. Para eso necesita un modelo de educación pública donde cada vez sean menos los que puedan acceder y donde la educación universitaria se piense al servicio de los negocios de los grandes empresarios.

El ajuste universitario puede ser un punto de inflexión para el gobierno: una encuesta de esta semana de la consultora Zuban Córdoba señala que un 89,4% aseguró está "de acuerdo" o "muy de acuerdo" en que la educación pública "es un derecho que debe ser defendido". Y un 58,5% se mostró en contra de congelar el presupuesto de las universidades. Una Argentina que gira entre la crueldad libertaria y una crisis social al borde de estallar.

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21-04-2024 / 09:04
Claramente Javier "el Loco" Milei todavía no termina de comprender que es Presidente de la Nación y que cada palabra que dice tiene repercusiones. En el mediodía de este viernes expuso en el exclusivo encuentro de empresarios que se desarrolló en el Hotel Llao Llao, ubicado cerca de la ciudad de Bariloche. Con un discurso en contra de la política de la institución a la que pertenece por ser el jefe de Estado y a favor de sus amigos, los grandes empresarios, donde los instó a delinquir. Por eso es que despotricó contra la política y las medidas que se aplican para cuidar el bolsillo de los ciudadanos.

Pero lo más grave es que el mandatario aseguró que "el que fuga es un héroe" que logró escaparse de las garras del Estado. Claramente la fuga es un delito que el Presidente no debería instar a los grandes empresarios a hacerlo. Y ya que estaba también recomendó comprar dólares en el mercado negro. Ni siquiera tiene en cuenta que esto de fugar y no invertir desfinancia y empobrece al país. ¿Está chapita?

Su discurso fue el de un gerente que se dirige a sus patrones para proponerles nuevas ofertas para conseguir ganancias. Durante una hora, Milei despotricó contra el Estado y defendió el rol de la inversión privada como único motor de la economía. Fue un discurso para el gran capital, que aplaudió ante las oportunidades que se le ofrecían desde el escenario.

Milei llegó a justificar la compra de dólares ilegales para no pagar impuestos al tiempo que rechazaba toda regulación de los mercados, sean financieros o de bienes y servicios. En ese contexto, el presidente alentó al delito de fuga de divisas: "El que fuga es un héroe, que logró escaparse de las garras del Estado", deliró. Pero después manda al Congreso la restitución de Ganancias sobre el salario de los trabajadores para conseguir recursos.
 
A diferencia de su exposición en la apertura de sesiones del Congreso, el 1° de marzo pasado, esta vez Milei no leyó, con lo que su alocución quedó librada a la libre asociación de ideas que suele llevar a cabo, camino en el que se mezclan sus diatribas contra el Estado y contra los que enfrentan sus ideas e incluye metáforas escabrosas y cifras imposibles de chequear.

Fue una pijamada de adoctrinamiento anarco capitalista y una marcada de cancha del rumbo neoliberal del país. Aunque parezca divergente para gente que maneja empresas y tiene responsabilidad sobre una parte de la economía, la puesta en escena parecía propia de una estudiantina, con un orador insultando como un adolescente y un grupo de hombres entrados en edad aplaudiendo.

La polémica afirmación de Milei es un alerta sobre lavado, por las características del blanqueo de capitales que el Gobierno incluyó en el paquete fiscal que empezó a debatirse en el Congreso esta semana, porque es permeable al ingreso de capitales ilícitos de alto perfil.

El Registro de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) es una puerta de acceso camuflada, con graves visos de legalidad, para que capitales provenientes del tráfico de estupefacientes, armas y personas entre otros, ingresen al circuito económico y financiero de la República Argentina sin exigencias reales de licitud de origen y trazabilidad
, convirtiéndonos en un Narcoestado.


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