Nacionales - 24-07-2014 / 07:07
EL GOBIERNO DE CFK BUSCA CALMAR TENSIÓN CON LOS SINDICATOS OFICIALISTAS
¿Más plata de las obras sociales para los dirigentes en lugar de reducción de Ganancias a los trabajadores?
Antonio Caló, Ricardo Echegaray y José Luis Lingeri.
Mientras crece la disputa verbal entre el Gobierno de CFK y los sindicatos por el peso del Impuesto a las Ganancias, florecen por lo bajo las negociaciones por los fondos de las obras sociales.
Ayer el Ejecutivo convalidó un alivio financiero de más de 1.000 millones de pesos para las organizaciones de salud de los gremios. Lo hizo mediante un aumento de hasta un 60% en los aportes de los monotributistas que están afiliados a esas entidades prestadoras de salud.
El ajuste fue producto de una gestión de la CGT de Antonio Caló con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, y apunta a equiparar los pagos que realizan cada mes los afiliados de los gremios con los monotributistas.
En la actualidad hay 1,1 millón de contribuyentes de ese régimen que eligieron atenderse en las obras sociales, y según los sindicalistas pagaban hasta ahora mucho menos que sus afiliados de origen.
El mes pasado el Ejecutivo había habilitado otros 2.000 millones de pesos en reembolsos por tratamientos médicos costosos. Las mejoras serán para gremios de todo el espectro político y apuntarán a reducir la tensión por la posible falta de actualización este año de Ganancias.
Ayer la CTA de Yasky se llevó de una reunión con Capitanich la misma respuesta que la CGT de Caló: el tema será analizado.
Si en algo es equitativo el cristinismo es en el ajuste. Tras el tarifazo en las prestaciones energéticas y el transporte urbano entre otros, el gobierno de CFK, al incrementar los valores del monotributo, devaluará el poder adquisitivo de más de dos millones de contribuyentes, principalmente profesionales y pequeños comerciantes.
Un nuevo golpe al bolsillo del pueblo.
La Opinión Popular
PUBLICADO EN EL BOLETÍN OFICIAL
Más plata a obras sociales en lugar de Ganancias
Por debajo de la escalada verbal por el Impuesto a las Ganancias, el Gobierno y la CGT oficialista acordaron un alivio financiero de más de 1.000 millones de pesos anuales para las obras sociales sindicales. El entendimiento quedó plasmado ayer en una resolución general publicada en el Boletín Oficial, que incrementó hasta un 60% los aportes de los monotributistas a las organizaciones de salud de los gremios.
El ajuste dispuesto por la Administración Federal de Ingresos Público (AFIP) apunta a 1,1 millón de contribuyentes afiliados a las obras sociales a través de tres versiones distintas del monotributo: el régimen general, el social y el de personal doméstico. El derrame para los gremios se suma a la actualización de valores reconocidos por el Estado para los reembolsos por tratamientos médicos complejos, resuelta semanas atrás y que representó para los sindicatos otro salvataje de entre 1.500 y 2.000 millones de pesos por año.
En la CGT de Antonio Caló, el encargado de negociarlo fue José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). "Con Caló lo veníamos discutiendo hace un mes con (el titular de la AFIP, Ricardo) Echegaray y la semana pasada nos avisaron que era inminente", le contó Lingeri a este diario.
Aunque involucra a sindicatos de todo tipo de orientación política, el aumento de los aportes de los monotributistas a las obras sociales era un reclamo sostenido de la central más cercana al Ejecutivo, por ser la que concentra gremios con mayor número de afiliados. De hecho, la obra social del sindicato de Comercio atiende a más de 400 mil monotributistas.
La resolución general 3.653/2014 estableció que a partir de septiembre el aporte del monotributo para la atención sanitaria subirá de 146 a 233 pesos mensuales para todas las escalas. Ese ajuste (menos la retención impositiva) implica que el 1,1 millón de monotributistas habrán aportado al sistema sindical 1.043 millones adicionales en el plazo de un año.
Según Lingeri, de este modo esos contribuyentes empezarán a acercarse al aporte realizado por los afiliados originales de las obras sociales, que destinan por mes entre 300 y 400 pesos para sus obras sociales. Además de los aportes individuales, el Gobierno acude por su cuenta a sanear cada mes las cuentas de las organizaciones sanitarias con el subsidio Sumarte de la Superintendencia de Salud, que implica entre 50 y 60 pesos por cada monotributista. Claro que ese desembolso proviene de un fondo que el propio fisco recauda entre las obras sociales.
El incremento sólo se aplicará sobre el componente de salud, mientras que el impositivo y el jubilatorio permanecerán sin cambios. Así, los monotributistas que además tienen un trabajo en relación de dependencia, y por lo tanto una obra social propia, no verán modificaciones en sus aportes.
En la categoría B del monotributo -con facturación de hasta 48 mil pesos anuales-, el aporte mensual pasará de 342 a 429 pesos, lo que implicará una suba del 25,43 por ciento. En la categoría C (facturación de hasta $ 72.000 por año), el aporte desde septiembre subirá de 378 a 465 pesos, un 23% más; mientras que el de la categoría K (hasta 540.000 pesos) aumentará 3,28% al pasar de 2.653 a 2.740 pesos; y el de la categoría L (hasta 600.000 pesos) subirá un 2,89%, de 3.003 a 3.090 pesos.
La publicación de la resolución coincide con un momento de intercambios ásperos entre el Gobierno y los gremios por el reclamo unívoco en torno del Impuesto a las Ganancias. Mientras el Ejecutivo dio a entender que no habrá una mejora generalizada en el gravamen, recordó que se trata de un reclamo que abarca a apenas el 10% de los asalariados registrados.
Además, si un ajuste en línea con la inflación del impuesto tendría impacto directo en la recaudación, la suba de los aportes a las obras sociales tiene poco de desembolso de fondos públicos (sólo en el monotributo social).
Por: Mariano Martín
Fuente: ámbito.com