Nacionales - 16-04-2014 / 10:04
Macri, Carrió, Michetti y Sanz, fogoneros de un gran acuerdo opositor de cara al 2015
Fogoneros de un gran acuerdo opositor de cara al 2015.
El 7 de enero de 2013, Gabriela Michetti decía en un reportaje que en la Argentina debería darse la unión de toda la oposición en 2015. No sería un frente electoral sino una coalición que defina un programa de gobierno y se comprometa a cumplirlo.
"Tendríamos que acordar que a partir de 2015 habrá un gobierno de transición y que gane quien gane, se lo va a apoyar. Y luego hacemos la interna abierta y obligatoria con los candidatos de toda la oposición, en la que podrían participar Mauricio (Macri), (Hermes) Binner, (Julio) Cobos", decía.
La ex vicejefa de Gobierno porteño no hacía otra cosa que poner sobre blanco el pensamiento del PRO, que por esos días fogoneaba en voz baja la propuesta de armar una gran alianza anti K similar a la que se había dado en Venezuela, ante las versiones sobre los intentos re-reeleccionistas de la presidenta Cristina Kirchner y la falta, claro, de una fuerte estructura partidaria propia.
Esa idea que nunca se abandonó volvió este año a tomar fuerza en el macrismo, pese a que el discurso público se concentre en afirmar que el PRO busca crecer con lo propio, lejos de los partidos tradicionales, para convertirse en la tercera vía.
Y es acompañada por algunos dirigentes radicales, entre ellos, el jefe de la UCR, Ernesto Sanz, y la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió. Ya no es la perpetuidad del kirchnerismo lo que espanta a la oposición sino la posibilidad de quedar otra vez como espectadores frente a un eventual ballotage entre Daniel Scioli y Sergio Massa.
El mejor ejemplo de esa línea de pensamiento es Carrió. La diputada está dispuesta a tragarse cualquier sapo, incluso un acuerdo con el macrismo al que siempre cuestionó, con tal de que no vuelva a ganar alguna de las variantes del peronismo en 2015. Y así lo demostró cuando propuso semanas atrás “una alianza lo más amplia posible que incluya a PRO.
Sus dichos generaron una grieta en el seno del flamante Frente Amplio Unen, espacio opositor que integra con la UCR, el socialismo, el GEN y Proyecto Sur, que se lanzará con un acto el 22 de abril. A los seguidores de Hermes Binner y Pino Solanas se les eriza la piel cada vez que se propone un acuerdo con el macrismo. Pero los contactos entre el PRO, la UCR y la CC son cada vez más estrechos y están encarados por sus propios protagonistas.
Macri mantiene por estos días un diálogo telefónico fluido con ‘Lilita’. El deshielo se inició hace un año, cuando un reconocido abogado amigo del jefe comunal y cercano a Carrió los acercó en plena guerra de la Casa Rosada con el Grupo Clarín para coordinar la sanción de una ley destinada a garantizar la libertad de expresión en la Ciudad.
Michetti, por su parte, es la encargada de reunirse con Sanz. Ambos son amigos desde hace años. Pero el aprecio mutuo creció en 2009, cuando decidieron integrar un grupo de políticos argentinos asesorados por Roberto Mangabeira Unger, el ex ministro de Asuntos Estratégicos del gobierno de Luis Inacio Lula da Silva. Hoy se visitan con sus respectivas parejas. El aprecio es tal que Sanz hizo poner rampas en su casa de San Rafael para que Gabriela pueda circular con su silla libremente.
Por ahora, la intención de los contactos es buscar coincidencias y evaluar los distintos escenarios para concretar esa gran alianza en caso de que las encuestas muestren el año próximo a Scioli y Massa con chances de llegar a un eventual ballotage. Con la mirada puesta en esa posibilidad, y a diferencia del socialismo, la UCR, la CC y el PRO creen necesario modificar la ley electoral para que los candidatos a vicepresidentes puedan elegirse después de las PASO.
Ayer, el macrismo anunció que presentará un proyecto para que no se designe una fórmula presidencial sino a un candidato, que luego pueda elegir a su vice entre sus competidores o extrapartidarios.
Esto impediría, por caso, que los presidenciables que se anoten en una gran interna opositora como Sanz, Cobos, Binner, Carrió, Solanas, o Macri se queden afuera de la fórmula si pierden las internas. El kirchnerismo ya adelantó que no está dispuesto a avalarlo.
Por GISELLE RUMEAU / Subeditora de Política y Opinión
Fuente: El Cronista